ES EL AÑO MUNDIAL DE PESCA Y ACUICULTURA

Por María Cristina Romano – Buena y linda semana para disfrutar ya que quedan pocos días para compartir en familia las vacaciones de verano y que, si te gustan los ríos, las lagunas o el mar comparto este tema de que a partir de este año 2022 se celebra el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales, de acuerdo a Resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, emitida el 22 de noviembre de 2017.

“Su principal finalidad es sensibilizar a la comunidad internacional acerca de la importancia de los pescadores en pequeña escala, acuicultores y trabajadores de la pesca, que representan aproximadamente el 90% de la fuerza pesquera laboral en el mundo. Con ello se pretende reconocer la contribución de estas actividades a la seguridad alimentaria, el uso sostenible de los recursos naturales y la erradicación de la pobreza, contemplados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Los objetivos de este Año Internacional, dedicado a la Pesca y Acuicultura Artesanales son incrementar la conciencia a nivel mundial sobre la contribución de la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala al desarrollo sostenible y, promover el diálogo y la colaboración entre los pescadores artesanales a pequeña escala, los acuicultores, los trabajadores del sector pesquero, los gobiernos y otros involucrados para reforzar sus capacidades en la mejora de la sostenibilidad de la pesca y la acuicultura, así como su desarrollo social y su bienestar.

La pesca artesanal es un tipo de actividad pesquera que utiliza medios tradicionales para la extracción de peces, mariscos, crustáceos y moluscos. Se utilizan pequeñas embarcaciones en zonas costeras a una distancia de 10 millas de la orilla del mar. Es frecuente en zonas y regiones poco desarrolladas, con escasa producción y orientada al autoconsumo y venta minoritaria. La acuicultura o acuacultura consiste en un conjunto de técnicas, actividades y conocimientos acerca de la crianza de especies acuáticas (animales y vegetales). Los sistemas de cultivo son controlados, ubicados en instalaciones con condiciones controladas y pueden ser de agua dulce o de mar.

Tanto en la pesca como la acuicultura se utilizan pequeñas unidades de producción, con bajos niveles de inversión de capital. Es por ello que se requiere el apoyo por parte de los gobiernos de las naciones, mediante recursos, capacitación, tecnología y activos.

Asimismo, sensibilizar a la opinión pública acerca de las condiciones y la situación actual de la pesca y acuicultura artesanales en el mundo: A nivel mundial unas 59 millones de personas trabajan en el sector primario de la pesca y la acuicultura; La mayoría de ellas son pescadores artesanales en pequeña escala y acuicultores que se encuentran ubicadas en países en desarrollo, especialmente en Asia (85%), África (8%), América (4%), Europa (1%) y Oceanía (1%); Las condiciones laborales que afrontan los trabajadores pesqueros y acuicultores son precarias y sin beneficios; La fuerza laboral de mujeres se estima en un 19% en la acuicultura y 12% en la pesca; No existe información fidedigna o exacta acerca de los datos recopilados sobre la captura de peces, debido a inconsistencias y debilidades en el ordenamiento jurídico y legal sobre la pesca y captura marina.

De acuerdo al informe emitido en el año 2016 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura titulado “El estado mundial de la pesca y la acuicultura”, el 31,4% de las poblaciones de peces marinos evaluados se pescan a un nivel biológicamente insostenible, evidenciando una sobreexplotación de las mismas; La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada constituye una grave amenaza para las poblaciones de peces y los hábitats y ecosistemas marinos. Va en detrimento de la pesca sostenible, la seguridad alimentaria y la economía de las naciones en desarrollo; Los beneficios económicos obtenidos de la comercialización de productos provenientes de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada suponen un costo considerable para las economías nacionales y locales.

Si interesa este tema hay filmografía y se detalla una selección de documentales y películas relacionadas con la actividad pesquera, para disfrutar y compartir en familia:

Seaspiracy (EEUU. Director: All Tabrizi. Año 2021): documental de Netflix que muestra el impacto ambiental de la pesca en la vida marina, rechazando el concepto de pesca sostenible y con una fuerte crítica a varias organizaciones de conservación marina.

Pez de Oro, Pez Africano (Senegal. Director: Thomas Grand. Año 2018): documental que refleja los problemas y los retos que deben afrontar los pescadores tradicionales de la región de Casamance, en el sur de Senegal.

Desierto Líquido (España. Director: Daniel Carrasco. Año 2016): documental que denuncia la transformación del mar en un desierto líquido, al desaparecer la pesca artesanal y sostenible. Describe los problemas y el impacto de la sobrepesca.

En el Corazón del Mar (EEUU. Director: Ron Howard. Año 2015): en el invierno de 1820 un grupo de marineros de la tripulación de la embarcación del Essex van a la caza de una enorme ballena blanca. Historia real que inspiró la novela “Moby Dick”.

Tempête (Francia. Director: Samuel Collardey. Año 2015): un pescador de altamar regresa a tierra después de una larga ausencia. Se esfuerza por ser un buen padre para sus hijos y sueña con tener su propio barco de pesca. Deberá elegir entre su trabajo en altamar y la vida familiar.

The End of The Line (EEUU. Director: Rupert Murray. Año 2009): documental que denuncia el efecto devastador de la sobrepesca en los mares y océanos. Imagina un mundo sin peces.

El Viejo y el Mar (EEUU. Director: John Sturges. Año 1958): un anciano pescador cubano se someterá a la mayor prueba de su vida, al intentar pescar un pez vela gigante”.

Espero que en sus ratos libres puedan disfrutar de estos documentales y que se tome conciencia de lo importante que es toda la naturaleza que Dios nos regaló en este mundo en el cual vivimos y compartimos. Un gran abrazo y hasta la próxima semana.

SOY CRISTINA. Chau.