Lo anunció el CEO del gigante informático, Arvind Krishna. Las IA se ocuparán de tareas rutinarias, mientras que el equipo humano continuará con evaluaciones de productividad y otras labores.

La inteligencia artificial (IA) está por estos momentos en boca de todos. Y una gran preocupación, después de ver las capacidades que tienen los sistemas de conversación e interpretación como ChatGPT, es si podrán hacer cosas mejores que los humanos y, sobre todo, reemplazarlos en sus trabajos. Esa crisis, que algunos auguran inminente, parece que va a dar su primer paso en el gigante de la informática IBM. La empresa, según indicó su CEO Arvind Krishna, pausó contrataciones en puestos que podrían acabar siendo cubiertos por una IA. Esto llevará a una reducción de unos 8.000 empleados en los próximos años, con puestos que tras jubilaciones y renuncias serán llenados paulatinamente con inteligencias artificiales.

Esos puestos perdidos se verán en áreas como la de Recursos Humanos, en donde IBM emplea a 26.000 personas. El CEO afirmó que “veo claramente que el 30% de esa cifra (es decir, entre 7.800 y 8.000 empleados) será reemplazada por la IA y la automatización en un periodo de cinco años”.

Krishna afirmó que los sistemas de IA pueden automatizar tareas rutinarias, pero otras funciones de recursos humanos como evaluar la composición y productividad de la plantilla “probablemente” no serán reemplazadas por una IA a lo largo de la próxima década. IBM tiene una plantilla global de 260.000 empleados, y ya anunció 3.900 despidos a principios de año para ajustarse a la situación macroeconómica.

Otra empresa que va por el mismo camino, aunque a nivel más reducido por su cantidad de trabajadores, es Dropbox. Drew Houston, su CEO, anunció la semana pasada que despediría al 16% de su plantilla global, lo que supone unos 500 trabajadores. Dio dos razones: la situación económica, y “segundo y lo más importante, la era de la IA ha llegado finalmente”. Para Houston “la oportunidad que se nos presenta es más grande que nunca, pero también nuestra necesidad de actuar con urgencia para aprovecharla”.

Todas las revoluciones tienen consecuencias. Ésta que estamos viviendo, la de la inteligencia artificial, tiene muchas que aún no hemos previsto, y otras que sí, como la pérdida de trabajos. Aunque parecía que faltaba mucho para eso, el momento ya está llegando. Ahora solo queda contemplar cómo sigue.

(DIB) MM