Jorge Santoro, abogado zarateño, fue el protagonista que patrocinó a su joven cliente Pablo Ventura, y logró sacarlo no solo de la detención sino también de la causa a la que injustamente por “un potencial” lo involucraron junto a las 10 rugbiers zarateños que protagonizaron el escándalo policial del año, aquella madrugada del 18 de enero cuando a la salida de Le Brique, golpearon salvajemente y dieron con la vida de Fernando Báez Sosa.

El abogado que no es penalista, que hizo “mi primera y última experiencia” en ese fuero, fue “invitado a bajar una estrella del cielo” y, como buen herrero que fue -salió de la Escuela del Arsenal- fabricó la escalera que le permitió ir, bajarla y entregársela a quien “especialmente” le pidió “un favor de corazón” y así, bajó “dos estrellas” (para entendidos).

Estudió derecho con la primera promoción de la Universidad de Lomas de Zamora en Zárate. Lo “hice de grande, a los 38 años, cuando me tuve que retirar de la fábrica, pero siempre fui herrero de oficio” le explica a este Multimedios, en una entrevista exclusiva para la que nos tomamos unos días y, donde, todavía “tiene la lágrima fácil”, a flor de piel.

Para romper el hielo, hablamos de esos días “Yo estaba de vacaciones en Santiago del Estero, de donde es mi esposa, cuando recibí una llamada especial… (se emociona, ocurre varias veces en la hora de charla). En ese llamado -agrega- me contaban lo que estaba pasando con Pablo, yo no tenía relación alguna con su familia, si sabía que era un buen chico… y “esa estrella” me pidió que vaya por la “otra estrella”, el que estaba detenido injustamente en Villa Gesell”.

Y… “no lo dudé. Terminé abruptamente en ese mismo instante mis vacaciones, me volví inmediatamente y ya me pusieron mientras viajaba, en contacto con Jose María el papá de Pablo”.

Jorge no puso por delante, ni preguntó por sus honorarios. Vino, fue y actuó. Con la misma pasión que los zarateños sabemos que le pone cuando de una injusticia medio ambiental ocurre en Zárate -su especialidad- y logró casi sin dormir, volver a traer al remero zarateño, en poco más de una semana, libre de culpa y cargos a esta ciudad.

Ahora pelea otra batalla. La que todos los vecinos de bien, deberíamos tener: REINVINDICAR A PABLO VENTURA víctima cruel de la mentira, de la injusticia, de “un simple potencial” del que la policía de Villa Gesell se agarró y, del repudiable “silencio de bullying” de ese grupete de los diez protagonistas directos o no, del horrendo asesinato, dos de los cuales en el día de hoy fueron liberados.

EL DIA QUE LOS MEDIOS VINIERON A ZARATE POR PABLO

Así hablamos con el Dr. Jorge Santoro, quién en marzo estará ante los 18 concejales de Concejo Deliberante que como Osvaldo Cáffaro no se expidió ni reivindicando a Pablo ni repudiando el accionar de los procesados por este horrendo y violento crimen que nos vincula absolutamente a todos los zarateños. Así conversó con EL DEBATE -aportamos audios-.

EL FISCAL PROCEDIÓ MAL

Hubo un Mal Procedimiento ya que el Fiscal debería haberlo tenido que convocar como testigo y no como lo hizo de “una manera compulsiva” y agrega todo en “un potencial que relata la policía que hizo el procedimiento en el momento” pero también deja entender “Mercuri tendría que haberlo citado en calidad de testigo”. Y explica el tema de los tiempos de un viaje de Zárate a Villa Gesell y asegura que su defendido “no estuvo ni antes, ni mediante ni después” en esa ciudad balnearia.

 

NUNCA PENSARON IR A GESELL

Santoro menciona la publicación de LA NACION que describía que “iban a profugarse ese lunes a Uruguay… cuando la familia había comprado ya en octubre un paquete vacacional” explicó el abogado que asegura que los Ventura “Nunca pensaron en ir de vacaciones a Villa Gesell”.

 

“SU DOLOR… ES MI DOLOR”

Se emociona hasta las lágrimas cuando rescata de la experiencia las posiciones de Pablo y la Familia ante lo que tuvieron que vivir “Pablo se mantuvo encolumne durante los cuatro días que estuvo detenido…” y enfatiza la actitud del papá, José María “que se intentó comunicar con la familia de Baez Sosa (Fernando) y terminó enviándoles un WhatsApp… Su dolor, es mi dolor…” y se emociona.

 

EXPERIENCIA DE ABOGADO

Santoro se toma tiempo para describir su propia experiencia ya que “Ocurrieron cosas muy fuertes durante estos días que me tocó patrocinar a esta criatura… “dice con ternura de su defendido con 1,98 cm, 21 años y todo corazón. Y nos contó que le quedó la imagen grabada de por vida cuando se abrieron las puertas y vio junto a José María el papá, a Pablo por primera vez “Me lloré todo…” -dice llorando nuevamente.

 

POR UN POTENCIAL Y POR EL SILENCIO

El abogado defensor que sacó a Pablo de la detención y la causa asegura que van a iniciar una demanda primero al Estado porque actuó mal y por un “potencial” que nadie sabe de donde salió. Ahora aclara que “vamos a ir por una demanda por daños y perjuicios por la afectación a la dignidad” de Pablo Ventura, que realizarán contra el Estado Nacional, Provincial en lo Contencioso Administrativo, sin dejar de analizar “lo positivo y lo negativo, la acción u omisión” de los diez rugbiers zarateños que no sacaron del “potencial” a Pablo al enterarse, aunque destacaba que éstos lo involucraban en un sin número de actos manchando su nombre.

 

DESPROTEGIDOS POR COBARDES

Dijo Santoro a EL DEBATE que de toda esta experiencia aprendió que “los argentinos estamos desprotegidos” y lloró nuevamente. “Estamos a la buena de Dios” y agregó “Tenemos un Intendente que no salió a reivindicar la figura de un inocente (Pablo) porque en definitiva él es su “representante a nivel mundial” y calificó ese accionar como “acto de cobardía que no los entiendo” y destaca “no quiere creer que solo nos venden “espejitos de colores con la costanera”.

 

ZÁRATE LA CIUDAD ANÓMICA

Una reflexión le pedimos sobre si ese estado de desprotección nos debe generar miedos “no miedo no, nos debe alertar a saber votar, porque salen de nosotros, el intendente, el gobernador y el Ministro de Seguridad, que es también zarateño” y remata “tenemos que aprender a votar.”

 

EL NÚMERO ONCE ¿EXISTE?

A Santoro le tocó despegar a su cliente, Pablo Ventura, como el involucrado número once, como lo definió toda la prensa. Lo logró, pero… se ha hablado de “otro número once”. Se lo preguntamos ¿Al final hay o no un número once, Dr. Santoro? “No te digo que no… no te digo que sí… tengo mi propia sospecha”, terminó.

TODO ZARATE DEBE ACOMPAÑAR LA

REIVINDICACION TOTAL DE PABLITO