Una alergia es una reacción exagerada del sistema inmunitario a una sustancia que reconoce como extraña y dañina (alérgeno).
“En este tipo de respuestas del organismo intervienen varios factores, entre los cuales la genética del animal es fundamental” explicó Celeste Kambourian, asesora técnica de la marca de alimentos Vitalcan.
La médica veterinaria también advirtió que, a diferencia de las personas que en general encuentran una forma de aliviar la picazón, los perros y gatos que manifiestan alergias pueden llegar a hacerse mucho daño a sí mismos al momento de rascarse, por lo que es importante detectar a tiempo las señales e iniciar un tratamiento.
En el caso de las alergias alimentarias, el signo dermatológico más común es un intenso prurito en las primeras horas luego de la ingesta del antígeno, por lo que, si nuestra mascota consume un alimento y luego aparece el signo, rápidamente podremos asociarlo y detectar el alérgeno. Por el contrario, si se encuentra en su ración diaria, el prurito será constante, más marcado, continuo y sin evidente asociación al consumo de su alimento.
Las alergias pueden ser estacionarias o no, localizadas o generalizadas. “Muchas veces el prurito está asociado a piodermias, es decir, infecciones bacterianas de la piel. Éstas intensifican aún más la picazón y generan un olor desagradable en la piel del animal. Además, en estos casos, es muy frecuente la presencia de otitis externas” señaló Kambourian.
Para evitar cualquiera de estos padecimientos es importante estar atento a que ningún tipo de ectoparásito viva en la piel de las mascotas (como las pulgas y garrapatas); no darles alimentos fuera de su dieta; revisar periódicamente la piel del animal, estar atento a cambios o irritaciones en los ojos y oídos, y por supuesto consultar con el veterinario de confianza ante cualquier duda.
Fuente: Proyecto Geo