Una nueva investigación llevada a cabo por expertos de la Facultad de Psicología de la Universidad de Plymouth (Inglaterra) muestra que los humanos “vemos” las acciones de otros no como realmente son, sino ligeramente distorsionadas por nuestras expectativas.
Publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, el estudio podría explicar por qué las personas a menudo malinterpretamos las acciones de los demás.
El estudio contó con la participación de 85 personas. En el experimento, veían en una pantalla táctil cómo una mano alcanzaba un objeto con una trayectoria recta o arqueada.
En algunas ocasiones, se colocó una obstrucción entre la mano y el objeto al que estaba llegando. Por lo tanto, se esperaba que la trayectoria arqueada evitara la obstrucción, mientras que la trayectoria recta era “ineficiente”. Donde no había obstrucción, la acción directa era lo más fácil para alcanzar directamente al objetivo, mientras que la trayectoria arqueada era innecesaria e inesperada.
En el experimento, la acción desapareció momentáneamente a mitad de la trayectoria y los participantes para describir lo que habían visto, tenían que juzgar cuál de las trayectorias era la más eficiente en cada caso.
Predicciones
Los resultados mostraron que las personas habían juzgado que la trayectoria recta de la mano se movía más alto si era ineficiente, para evitar la obstrucción, mientras percibían que la trayectoria arqueada de la mano estaba más abajo hacia el objetivo si no había obstrucción.
En ambos casos, las percepciones de los participantes se basaban en lo que esperaban que la mano hiciera para maximizar la eficiencia, no en lo que realmente hizo.
Si bien el experimento se refería al movimiento físico, podría ayudarnos a comprender cómo las personas descubren lo que otros piensan y sienten; es decir, por qué se comportan de la manera en que lo hacen, explica Matthew Hudson, líder del trabajo.
Finalmente, según los expertos, los resultados muestran que las personas “ven” las acciones de los demás a la luz de sus propias expectativas. Si vemos que alguien mira algo con una expresión neutral y pensamos que están enfadados, es posible que parezcan un poco más enojados de lo que realmente están. “Esto podría explicar por qué las personas a menudo malinterpretan las acciones de los demás y consideran que el comportamiento ambiguo es significativo”, concluye.
Fuente: Muy Interesante