Los arrecifes de coral peligran por el cambio climático

Las emisiones de carbono y la contaminación del agua limitan el crecimiento de los organismos.

La humanidad se sirve de la tecnología para sobrellevar los efectos de las emisiones mientras el resto de especies agonizan en sus respectivos hábitats, como es el caso del coral, al ser incapaces de adaptarse a tal rapidez en los cambios.

Los datos más recientes disponibles indican que sólo entre un 4% y un 10% de las poblaciones situadas entre 0 y 50 metros de profundidad presentan un buen estado de conservación en esta cuenca. La prueba más evidente de ello es que durante las últimas cuatro décadas las capturas se han reducido hasta en un 75% en todo el Mediterráneo con respecto a los rendimientos de los desembarcos notificados hace 30 años.

Según un artículo científico publicado en la revista especializada Nature, la tasa de crecimiento vertical del coral es mucho menor que el ritmo al que crece el nivel medio del mar, algo que tiene graves implicaciones en cuanto a la protección de la costa se refiere, pues los arrecifes de coral, al igual que las macroalgas, frenan las olas y controlan la disipación de su energía al entrar en contacto con el fondo o cualquier otra superficie.


La lenta tasa de crecimiento de estos organismos se debe a la presión que ejercen sobre ellos la contaminación del agua, la pesca o el cambio climático, que provoca la muerte por estrés fisiológico de los corales.


En concreto, es el cambio de las características químicas del agua lo que induce a lo que se conoce como el ‘blanqueamiento del coral’, una enfermedad que implica la expulsión o muerte de las zooxantelas, las algas simbiontes de estos organismos.

Fuente: Proyecto Geo