¿Por qué las migrañas todavía son un gran misterio para la ciencia, afectando más a las mujeres?

Muy común sobre todo en las mujeres, estos intensos dolores de cabeza aún son una gran incógnita médica cuyas causas no están esclarecidas.

Las migrañas se relacionan siempre con un “simple dolor de cabeza”, pero van más allá. Mientras que los dolores de cabeza “normales” generamente pueden pasar con un paracetamol o dos, una migraña es más agresiva, a veces tanto como para debilitar seriamente las capacidades físicas y mentales de quien la padece, así como afectar a su vida cotidiana. Lo más misterioso es que no tiene una causa conocida ni un tratamiento fijo pero siempre se le atribuyen razones relativas a las hormonas o una actividad cerebral anómala.

El trastorno afecta considerablemente a las mujeres (una de cada 5) a diferencia de los hombres, que sólo la sufren uno de cada 15. Esto también carece de una explicación definitiva, aunque un estudio de la Universidad de Arizona realizado en ratas macho y hembra sugiere que puede deberse a la relación entre niveles más altos de estrógeno y niveles más bajos del intercambiador de protones sodio NHE1. Sin embargo, esta gran incógnita médica también viene aumentada por el hecho de que las migrañas son una de las dolencias a las que se destina menos financiación.

La mayoría de los estudios en animales se han hecho sobre ejemplares varones, a pesar de que sea más preponderante en el sexo femenino

“En base a nuestros descubrimientos, podemos afirmar que las mujeres son más susceptibles de padecer migrañas porque las fluctuaciones de la hormona sexual de mayor magnitud conducen a cambios en la expresión del NHE1”, asegura Emily Galloway, una de las autoras del estudio. A pesar de los enormes costes económicos que supone para la población a la hora de adquirir medicinas, los científicos siguen recibiendo la menor financiación pública para investigar esta dolencia que cualquier enfermedad neurológica en Europa.

Un poco de historia


 

No es que sea una de esas enfermedades propias del mundo moderno. Las migrañas cuentan con una gran historia detrás, siendo una de las dolencias registradas con mayor antigüedad. Ya en las escrituras egipcias del 1200 antes de Cristo se detallan dolores asociados a la cabeza: el filósofo griego Hipócrates escribió sobre las alteraciones visuales y los vómitos comúnmente asociados a las migrañas. Sin embargo, su descubrimiento se atribuye al antiguo médico griego Areteo de Capadocia, quien describió con precisión sus síntomas en el siglo II. De hecho, la palabra “migraña” deriva del término latino “hemicránea”, que significa “medio cráneo”.


 

No se puede negar que existe un vínculo entre las migrañas y la salud mental. Son muchos los estudios que han asociado la dolencia con una gran variedad de trastornos psiquiátricos. Un estudio de 2016 halló grandes tasas de correlación con el trastorno bipolar; otra investigación, que los que las padecen tienen más del doble de probabilidades de desarrollar un Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG); por último, se sabe que las personas con depresión tienen el triple de posibilidades de sufrir ataques de cefaleas.


 

“Muchos expertos neurológicos consideran la migraña como una enfermedad benigna. No es el cáncer, ni tampoco Parkinson”, afirma Messoud Ashina, profesor de neurología. “Pero si nos fijamos en su impacto público y personal, es un gran problema”.


Fuente: El Confidencial