Por Daniel A. Vogel | DIRECTOR – Dispara la reflexión dominical de esta columna, los dichos del entrenador argentino Ricardo Caruso Lombardi quién esta semana dijo en una entrevista en la radio de este Multimedios que post pandemia “muchos chicos dejarán de jugar al fútbol y, pueden desaparecer muchos clubes chicos y grandes”.
En virtud de estas declaraciones pensamos qué, pueden ser ciertas o tener, cierto grado de coherencia lo dicho por “el técnico salva descensos” y qué, se puede cumplir la predicción o la visión del polémico DT argentino.
Entonces, si el parate obligatorio que lleva más de 45 días y qué, en el fútbol puntualmente hace suponer que no habrá o habría muy poca actividad en lo que resta del 2020, bien vale preguntarnos: ¿será igual con otras actividades sociales de la comunidad, con eso de que puedan desaparecer jugadores y clubes?
Por ejemplo, vale preguntarnos si como en el fútbol, se paran otras actividades por tanto tiempo ¿qué pasará con la educación? Porque, denodados son los esfuerzos de las instituciones educativas, de los docentes y alumnos, y hasta de los propios padres, para qué la cuarentena a la que nos ha obligado esta pandemia y los dirigentes del planeta, no influya o repercuta sustancialmente o, lo menos posible en la formación y educación de nuestros hijos.
La falta de experiencia presencial, la sociabilización del aula ¿cómo influirá en la ya, seria tendencia de deserción escolar que tiene nuestro país? ¿Se incrementará o, todos saldrán deseosos de ir a clases?
¿Qué pasará en otros aspectos de la sociabilización de la comunidad, por ejemplo, en las actividades culturales y religiosas? ¿La gente tendrá más o menor necesidad de fe y de congregarse detrás de misas o reuniones religiosas y/o espirituales? ¿Veremos iglesias llenas o vacías?
La imposibilidad y el temor que generan de contagio las concentraciones de muchas personas como recitales, películas, obras de teatro, festivales, etc. ¿Harán que la gente tenga la necesidad de concurrir post pandemia más masivamente a los mismos o, se verán recitales y festivales, sin público o con muchas butacas vacías?
Son preguntas dominicales…, simplemente preguntas qué buscan descubrir o, tratar de comprender ¿qué pasará el día después cuando la pandemia del COVID-19 nos deje volver a nuestra vida social y comunitaria?
Para nosotros los hombres comunes, inclusive los comunicadores, son solo inquietudes que terminan siendo, simplemente preguntas…
La o las respuestas, aunque no la tiene nadie, debería ser para los dirigentes que hoy acertada o equivocadamente, eso lo dirá la historia, nos han obligado a toda la sociedad a permanecer encerrados en cuarentena y, aislados.
No solo deberían tener la respuesta, sino también ya bien elaborado un plan de reinserción social de toda la humanidad, en todos los aspectos que el ser humano necesité volver a vivir volviendo a la normalidad, sean estos deportivos, culturales, educativos, y hasta religiosos.
Tal vez los especialistas en costumbres sociales, los sociólogos, los psicólogos, antropólogos, pedagogos, y/o cuanta especialidad estudie las actitudes y comportamientos del hombre, ya deberían sumarse a una mesa de trabajo cómo hasta hoy, lo han hecho los médicos e infectólogos, asesorando a los dirigentes políticos que se cargaron sobre sus espaldas, este histórico acontecimiento de una pandemia totalmente agresiva y con un aislamiento social sin precedentes en los anales de nuestra historia reciente y contemporánea.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…