La semana comienza con aumentos en combustibles. Desde este domingo, cargar nafta y gasoil costará alrededor de un 11% más en las estaciones Axion y Shell, que decidieron subir sus precios a partir de la suba de las principales variables que componen los precios de venta al público, entre ellas, el precio internacional del petróleo en alza.

Por el momento, la petrolera estatal YPF no anunció actualizaciones en sus pizarras pese a ser habitual que el principal actor del mercado encabece las subas y el resto de las empresas se acoplen a las subas.

Se trata del tercer incremento en lo que va del año. La última suba se registró el 14 de marzo, cuando los productos tradicionales escalaron 9,5% y los de categoría premium un 11,5%. Así, los precios acumulan un promedio del 29% para las versiones básicas y 31,5% para las premium. Aumentos por encima de la inflación calculada para los primeros cuatro meses del 2022, que con el dato de abril rondará el 23%.

En tanto, la nafta súper y el gasoil aumentarán en promedio un 11% y la línea Quantium y V-Power un 12%.

¿Por qué aumentaron los combustibles?

La decisión, según advirtieron en el mercado, responde a la evolución de las principales variables que conforman el precio de venta al público, sobre todo de la cotización internacional del petróleo y los niveles de demanda superiores a la prepandemia, que requieren importaciones para para complementar la oferta local.

Desde el sector aseguran que hace cuatro años operan “en modo supervivencia”. “Primero fue la recesión, luego la pandemia y ahora un contexto económico de incertidumbre, marcado por nuevos picos de inflación y el atraso en los precios”, dijo Gabriel Bornoroni, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) al sitio especializado surtidores.com.

En este sentido, el mercado advirtió sobre el desfasaje de los precios a la par del crecimiento de la demanda. “Mientras el precio de la nafta súper se incrementó 17,5 por ciento desde junio de 2021 hasta marzo de 2022, los precios al consumidor se incrementaron 39,7 por ciento, los precios de alimentos y bebidas lo hicieron en un 43,8 por ciento, el precio de la leche fresca en sachet en un 29,1 por ciento y el precio del pan francés se incrementó un 45,4 por ciento, para tomar sólo algunos productos de referencia, todo esto según datos oficiales de Indec”, indicó.

Para CECHA, “desde que comenzó la última recesión en Argentina, a comienzos de 2018, el mercado minorista de combustibles líquidos perdió -de manera acumulada- ventas por 8.2 millones de m3, lo que representa 5.2 veces el volumen total vendido durante abril de 2018, el mes tomado como referencia”.

Por el desabastecimiento, en marzo se estableció de un “cupo” de 15 litros de gasoil y diésel para los usuarios que necesiten cargar esos insumos”.