Investigadores de universidades nacionales y centros de salud de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires están trabajando en la validación de pruebas de diagnóstico rápido para Chagas. Este método, que es simple y eficiente, podría facilitar la detección temprana de la enfermedad y mejorar el acceso a la salud en áreas desatendidas.

En Argentina, el Chagas sigue siendo una problemática de salud pública con un fuerte subdiagnóstico y caracterizada por la falta de acceso a herramientas efectivas en zonas menos urbanas del país. Frente a esta situación, investigadores de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) y de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), en conjunto con el Instituto Nacional de Parasitología “Dr. Mario Fatala Chaben”, hospitales de la provincia de Buenos Aires y otras instituciones, llevan adelante un proyecto que busca validar pruebas de diagnóstico rápido (PDR) para facilitar la detección en centros de atención primaria.

El trabajo, que tiene como uno de sus ejes centrales la mejora en el acceso al diagnóstico, busca ofrecer una alternativa más ágil y simple a las técnicas tradicionales. Actualmente los métodos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son las pruebas serológicas, como ELISA y hemaglutinación indirecta, que requieren equipamiento especializado y personal capacitado. “En centros de salud alejados de las grandes ciudades, estas pruebas no siempre están disponibles y muchas veces las muestras deben enviarse a centros de referencia, lo que retrasa el diagnóstico”, explicó la Gabriela Levy, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora de la UNLaM y el CONICET.

Con este escenario, el equipo de investigación comparó la sensibilidad y especificidad de las pruebas rápidas con los métodos tradicionales. Las PDR son similares a los tests de embarazo: alcanza con una pequeña muestra de sangre obtenida con una lanceta en el dedo y, en sólo 15 a 20 minutos, un técnico puede interpretar el resultado. “Validar estas pruebas significa abrir la puerta a diagnósticos más accesibles y rápidos, especialmente en territorios donde la infraestructura de salud es limitada”, agregó.

Del estudio participaron 50 pacientes mayores de edad, que fueron reclutados en el Hospital Paroissien, de La Matanza, y en el Hospital Mercante, de José C. Paz, con el acompañamiento de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ). “Es fundamental que trabajemos en red para poder ampliar los alcances del proyecto. La articulación entre universidades y hospitales permite generar un conocimiento más robusto y adaptado a las necesidades de cada territorio”, destacó la investigadora.

Durante la entrevista con la Agencia CTyS-UNLaM, la especialista hizo hincapié en que, al tratarse de una enfermedad crónica, el Chagas suele estar invisibilizado. En la mayoría de los casos, los pacientes transitan la fase crónica sin síntomas evidentes, lo que dificulta la detección temprana. “A medida que el parásito entra en equilibrio con el sistema inmune, resulta difícil encontrarlo en sangre, por eso el diagnóstico serológico es clave”, señaló.

Además de facilitar el acceso a la detección, este proyecto apunta a mejorar el seguimiento y tratamiento de las personas diagnosticadas. “Diagnosticar de forma temprana no solo permite iniciar un tratamiento oportuno, sino también reducir la transmisión de madre a hijo durante el embarazo”. Esto es fundamental, porque los efectos adversos del tratamiento aumentan con la edad del paciente, lo que hace que muchos abandonen el proceso”, explicó.

Una herramienta adaptada a las necesidades del territorio

Las pruebas de diagnóstico rápido representan un gran avance en la lucha contra el Chagas en Argentina, especialmente en comunidades rurales y centros de atención primaria. “Estas pruebas no requieren equipamiento complejo ni personal altamente especializado, lo que las convierte en una herramienta ideal para los equipos de salud que trabajan en el territorio”, destacó la investigadora.

El proyecto, que aún está en su fase de validación, busca reunir evidencia para que la OMS considere la posibilidad de incluir estas pruebas en el algoritmo de diagnóstico oficial. Mientras tanto, el equipo sigue reclutando pacientes y comparando los resultados con los métodos tradicionales, con el fin de presentar datos sólidos a nivel internacional.

Según la investigadora, “garantizar un diagnóstico accesible es también garantizar el derecho a la salud”. Estas pruebas no solo detectan la infección, sino que también nos permiten entender mejor la epidemiología local y ofrecer respuestas concretas a un problema que afecta a miles de personas en nuestro país.

Magalí de Diego (Agencia CTyS-UNLaM)