La Asociación Civil Forum Infancias advierte sobre el incremento de diagnósticos de TEA en Argentina y promueve una perspectiva interdisciplinaria ante niñas, niños y adolescentes que puedan presentar comportamientos que llaman la atención de las personas adultas de su familia o comunidad.

Un comportamiento puede significar muchas cosas: es solo un dato de todos los que se necesitan para elaborar un diagnóstico en salud mental. Ese es el eje de la campaña “Un comportamiento no es un diagnóstico” que la Asociación Civil Forum Infancias lanzó en el marco del Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, este 2 de abril. La organización, conformada por profesionales de la salud, la educación y las ciencias sociales, propone comprender a las infancias y adolescencias en su diversidad y evitar diagnósticos apresurados, autodiagnósticos o colocar etiquetas que patologicen y limiten el desarrollo de niñas, niños y adolescentes.

Que una niña, niño o adolescente no responda una pregunta puede tener que ver con que siente enojo, está atendiendo a una pantalla o simplemente no escuchó. Si tiene la mirada perdida puede estar pensando en otra cosa. No todas las acciones llevan inevitablemente a una condición neuropsicológica. Sin embargo, en Argentina hay una creciente tendencia a identificar determinados comportamientos con la etiqueta de Trastorno del Espectro Autista (TEA), muchas veces sin una perspectiva profesional interdisciplinaria que contemple a la persona como un todo.

“El autismo existe y es un cuadro cuya incidencia es muy baja y cuyas determinaciones son complejas y múltiples, no solo genéticas. Puede haber factores neurológicos, vinculares, sociales y las propias maneras de cada persona de tramitar sus emociones y experiencias”, explicó Beatriz Janin, presidenta de Forum Infancias. “¿Por qué llamar TEA a toda situación donde un niño o niña tiene una dificultad de conexión u otro comportamiento vinculado con el autismo?”, planteó. Puede haber modos de defenderse de ciertos estímulos que se confunden con autismo, pero también puede haber otras dificultades que es imprescindible atender y si llamamos a todo Trastorno de espectro autista (TEA) quedan desdibujadas y no son encaradas terapéuticamente con sus particularidades. Lo central es considerar a cada niña y cada niño en su singularidad y ayudarlo a desplegar todas sus posibilidades.

Cuando efectivamente un paciente recibe un diagnóstico, puede funcionar como una brújula, no como una sentencia. De esta forma, servirá como una cartografía que da información acerca de hacia dónde ir, en un camino que contemple los deseos y pensamientos de las infancias y adolescencias cuando las tienen como protagonistas. “Debe tenerse en cuenta que ese niño está en proceso de constitución de su subjetividad y que, por ende, va a ir cambiando”, señaló Janin.

La organización promueve adoptar una estrategia “interseccional” en la que el rol de la familia es fundamental. Analizar el contexto en el que se desarrolla una niña, niño o adolescente, así como sus hábitos y prácticas, sus dinámicas vinculares y su historia es fundamental para brindarle acompañamiento desde una perspectiva profesional interdisciplinaria. Y, si fuera necesario, identificar un diagnóstico que no reduzca sus posibilidades, sino que las potencie al entender la diversidad de las necesidades propias de toda persona.

Ampliar la mirada

Frente a la sospecha de autismo, hay una tendencia creciente a completar tests en internet que reducen las condiciones del llamado espectro autista a algunas preguntas y devuelven clasificaciones sin sustento profesional. Además, se encuentra fácilmente en redes sociales contenido sin verificar que alerta sobre la detección temprana del autismo. Ello contribuye a una sobrediagnosticación y a descartar consultas interdisciplinarias que puedan dar explicaciones más amplias y profundas sobre lo que le puede estar pasando a una persona

“Vemos con preocupación el auge que en los últimos años tomó la patologización y la medicalización en la infancia y la adolescencia”, planteó Janin. “Esa tendencia termina limitando el desarrollo de chicas y chicos, que tienen derecho a enojarse sin que les llamen ‘oposicionistas’ o a moverse sin que les diagnostiquen hiperactividad, por ejemplo”, explicó.

Desde los primeros años, conocer el mundo es explorar las sensaciones y experiencias que se generan en él. Las infancias y adolescencias tienen derecho a que las personas adultas que se ocupan de su cuidado amplíen la mirada para reconocer la variedad de formas en las que una situación que genere sufrimiento puede manifestarse, para atenderse oportunamente y en profundidad, sin generalizaciones y etiquetamientos.


Acerca de Forum Infancias

Es una asociación civil compuesta por profesionales de la salud, la educación y las ciencias sociales que realizan prácticas de formación e intercambio. El eje de su trabajo es la promoción del desarrollo de las infancias y adolescencias libres de etiquetas y con respeto a sus derechos. http://foruminfancias.com.ar