Durante seis horas no paró de nevar en la capital italiana, un fenómeno que no sucedía desde 2012, pero se declaró el estado de emergencia para afrontar una situación a la que Roma nunca está bien preparada.
La magia de una Roma emblanquecida volvió a entusiasmar a miles de romanos y turistas, que pese a las dificultades de transporte se lanzaron...