Por Virginia Castro - Era raro que preguntara: “¿Puedo ir a tu casa?”, porque siempre pasaba a buscarla o se encontraban en otro lado. Dijo que tenía poco tiempo y prefería quedarse ahí para evitar demoras. Y agregó: “Quiero estar con vos y sin perder un minuto”.
La mujer accedió y le aclaró que no le gustaría que esa modalidad...