Temporada de bronquiolitis: vacunación al día y lactancia materna son los pilares de la protección

La bronquiolitis es una de las llamadas infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB) más prevalente en otoño e invierno. Afecta a los niños pequeños menores de 2 años y genera una inflamación difusa y aguda, expresada clínicamente por obstrucción de la vía aérea de menor diámetro, conocida como “vía aérea pequeña”, con episodios de sibilancias (silbidos).

El principal agente causante de esta entidad es el Virus Sincicial Respiratorio (VRS), responsable del 60 al 80% del total de las bronquiolitis, seguido por los virus Parainfluenza (PI), Influenza (I) y Metapneumovirus humana (MPV).

Ante la llegada de los primeros fríos, los especialistas de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) recomiendan tener presente algunos consejos para prevenir la bronquiolitis y eventualmente estar alertas a sus principales síntomas.


 

Lavado de manos, vacunación al día y lactancia materna, aparecen como los principales pilares de protección, mientras que rinorrea (resfrío persistente), tos, fiebre, dificultad para respirar, silbidos e incluso apneas, sobre todo en los bebés más pequeños, son los síntomas a los que se debe estar alerta.


 

“Frente a la aparición de cualquiera de éstos, es recomendable la consulta con el pediatra o concurrir al centro asistencial más cercano lo antes posible, ya que los servicios de salud están preparados para atender la contingencia estacional” destacó Gisela Martinchuk Migliazza, médica pediatra neumonóloga, secretaria del Comité de Neumonología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

“Si bien la infección en un adulto cursa sólo como un resfrío común, en los menores de 2 años la afección puede comprometer la salud del niño y hasta ser mortal, sobre todo en aquellos que presentan alguna enfermedad concomitante o en lactantes menores de 6 meses y su mayor impacto sucede entre los meses de abril a septiembre”, sostuvo por su parte, Silvina Cipriani, medica pediatra neumonóloga, vocal titular del Comité de Neumonología de dicha entidad.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

El diagnóstico de la bronquiolitis en un niño menor de 2 años es básicamente clínico, y toma en cuenta la presencia de uno o dos episodios de sibilancias (silbidos al respirar) asociados a manifestaciones clínicas de infección viral, como por ejemplo fiebre y obstrucción de la vía aérea pequeña.

Respecto al tratamiento se debe mantener al niño bien hidratado, continuar con lactancia materna, aportar antitérmicos si hubiera fiebre, y como los lactantes corren riesgo de desarrollar “hipoxemia”, que es una disminución anormal de oxígeno en la sangre, si se requiriere se aporta oxígeno que es el único medicamento con probada eficacia en bronquiolitis: es broncodilatador, vasodilatador y disminuye el trabajo respiratorio.

“Tenemos que entender que la lactancia materna es una herramienta sanitaria que contribuye a la disminución de la enfermedad y la mortalidad infantil; con lo cual la lactancia materna disminuye el riesgo de desarrollar bronquiolitis y en caso de contraer la enfermedad atenúa la severidad del cuadro. Además, reduce el riesgo de hospitalización y muerte por esta causa”, completó Silvia García, médica neonatóloga y presidenta de la Subcomisión de Lactancia de la SAP.