Por Eduardo Rivas – Para cualquiera que se dedique a investigar, investigue lo que investigue, el trabajo continuo es la base para poder encontrar hallazgos que hagan de su investigación algo diferencial. Eso es lo que la diferencia del resto, el encontrar algo que nadie vio o que nadie vio de esa manera, una primicia.
Cuando uno escribe pasa algo parecido. Se puede hablar de temas originales o de lo que habla mucha gente, la clave está en darle la impronta personal que lo diferencie.
En ese camino uno se nutre de múltiples herramientas para poder avanzar en el desarrollo de la investigación y siempre, como cantara Silvio Rodríguez, ‘el que siga un buen camino tendrá sillas peligrosas que lo inviten a parar’… por eso hay que desconfiar de quienes ofrecen la comodidad de una linda silla.
Y en esos momentos es cuando uno debe elegir si sentarse o no, y es cuando reconoce, aún en quienes no conoce, a quienes comparten el camino, Y entonces elige seguir adelante, junto a esos amigos desconocidos de los que habla Rodríguez, que son quienes con una palabra, una palmada, un raticida o una naftalina le dan fuerzas para seguir. Con errores y tropiezos, pero de manera honesta y transparente.
Seguramente en lo que venga habrá más sillas que nos inviten a parar, y ese es el mejor ejemplo que sin prisa pero sin pausa, estamos en el camino correcto, que no es otro que el de procurar la verdad, porque solo a partir de entonces podremos construir la sociedad que soñamos, desde pensamientos distintos y con diferentes ideologías, pero sobre una base común de valores que nos haga saber que el esfuerzo vale la pena.
Son tiempos en los que el aislamiento ayuda a repensar muchas cosas y a poner en perspectiva mucho de lo que uno traía como bagaje, y entonces descubre qué cuestiones son las esenciales, cuáles las accesorias y cuáles las superfluas y reafirma cuáles son las cosas por las que vale la pena pelear.
Gracias por la invitación a descansar, pero preferimos andar despacio pero no dejar de andar.
Se avecinan tiempos difíciles y de tormenta, pero tenemos la tranquilidad de saber que estamos en el camino correcto y no estamos solos, porque sabemos que ‘está lloviendo pero yo no me voy a mojar | mis amigos me cubren cuando voy a llorar | por más que quieras tapar toda nuestra voz | nunca podrás callar esta canción’.