El domingo a las 21:00, los dirigidos por Oscar Comelli visitarán al difícil Belgrano de San Nicolás, donde ambos expondrán la posibilidad de quedar como escolta del cómodo puntero Racing de Chivilcoy en la División Bonaerense.
Lo desperdiciado en casa, tendrá que recuperarlo afuera. La derrota inesperada que sufrió la semana pasada ante Atlético Pilar como local, cambió un poco el presente de Zárate Básket Independiente en esta pareja División Bonaerense del Torneo Federal de Básquetbol. No tanto en la tabla de posiciones, pero sí en esa pequeña ventaja que tenía el elenco de Comelli de habér ganado más juegos de visitante en comparación a los perdidos como local. Por eso, ahora el “equipo de la ciudad” deberá salir a arrebatar otra alegría en terreno ajeno como lo hizo en Escobar y Junín. No obstante, lo que se le vendrá para el próximo domingo será muho más exigente, ya que deberán visitar a Belgrano de San Nicolás (a partir de las 21:00), en lo que será el “duelo” de escoltas. Si bien ambos llegan en la segunda colocación por detrás del cómodo líder Racing de Chivilcoy, el presente de ambos no es similar. No sólo porque Belgrano ganó un partido más (pero le descontaron un punto del cierra de la temporada pasada), sino porque como local es infalible hasta ahora. Es más fue el único que pudo vencer al puntero de la División Bonaerense, lo cuál demuestra que en su casa y con su file público que lo sigue hace más que fuerte. Después, obviamente que cuenta con un tridente muy desequilibrante y experimentado con Ríos-Fioretti-Dentis, pero también hay que tener en cuenta que ante eso, Zárate Básket lo dominó por completo en varios pasajes del juego disputado en Zárate y si no fuese por los errores propios, le hubiese ganado.
Más allá de que las complicaciones que genera el rival son ciertas, el gran inconveniente a sobreponerse para Comelli y sus dirigidos pasa por lo propio y no tanto por lo ajeno. En encontrar un buen andar colectivo desde el arranque, ya que en los últimos partidos tuvo muy malos primeros cuartos que le terminaron costando el resto del partido (ante Escobar se repuso, pero ante Racing y Atlético no lo logró). Después obviamente que también debe mejorar en tener más fluidez ofensiva, buscando más movilidad del balón para un mejor lanzamiento y no abusar tanto del uno contra uno, ya que así se volvió un rival más predecible y ante adversarios como Belgrano eso se puede pagar muy caro.
