Se acerca fin de año y es común que los trabajadores se vean afectados por el síndrome de burnout: agotamiento, estrés, falta de energía. A esto se suma que a un 14% de los empleados le resulta casi imposible irse a dormir sin pensar en situaciones laborales. Por eso, desde Adecco, te compartimos una información acerca de señales para reconocer este síndrome y consejos para evitar el agotamiento laboral. A un 14% de los empleados en el mundo le resulta casi imposible irse a dormir sin pensar en situaciones laborales.
El año va finalizando y los trabajadores llegan cansados, agotados y estresados en muchos casos. Las fiestas potencian esa situación y a eso se pueden sumar el calor, los altos índices de inflación, el trabajo híbrido con unos días en casa y otros en la oficina, cierres de año, balances, proyecciones para el 2023, el Mundial, con todas las emociones que ello implica, e infinidad de situaciones que suelen vivirse en el último mes del año.
En este contexto, Adecco, líder mundial en consultoría integral de recursos humanos, identificó que en el mundo hay un 14% de trabajadores que no pueden desconectarse e irse a dormir sin pensar en sus obligaciones laborales.*
¿Qué es el síndrome de “burnout”?
Lo que se conoce como el “burnout” o “estar quemado” es mucho más preocupante de lo que parece. Diversos estudios confirman que este fenómeno afecta más a las mujeres que a los hombres, siendo más susceptibles a padecerlo personas sin pareja o con poco apoyo familiar. Además, suele aparecer en los primeros años del desarrollo profesional de los trabajadores. Por ello, las estadísticas revelan que el porcentaje de empleados jóvenes con síndrome del trabajador quemado es mucho más elevado que en los mayores de 35 años.
Síntomas básicos de pacientes con burnout
•Agotamiento intenso, con una sensación enorme de falta de energía.
•Desapego por el trabajo y todo lo relacionado con el mismo.
•Baja o nula autoeficacia y sensación de ausencia de realización personal.
Todo esto suele asociarse con ansiedad, hostilidad, ira, depresión o tristeza. Además, se producen cambios de comportamiento, dando lugar a hábitos tóxicos.
Adecco Argentina identificó algunas señales que pueden alertar si un trabajador padece este síndrome. Aunque no podemos eliminar la incertidumbre o la ansiedad, todos podemos tomar medidas para controlarlas mejor.
Carga de trabajo excesiva
Se relaciona directamente con la sobrecarga de trabajo o con la realización de funciones incorrectas. Esto provoca que el empleado sienta que no posee las habilidades necesarias para desarrollarse profesionalmente.
Pérdida de control
La problemática de intentar controlar todo el trabajo que debe realizarse es otro aspecto clave, ya que lleva a la sensación de falta de satisfacción personal.
Falta de reconocimiento
Según estudios globales, casi el 80% de los trabajadores que renuncian lo hacen por falta de reconocimiento. De hecho, el 60% refleja que se siente más motivado por el reconocimiento que por la retribución económica.
La importancia de las comunidades
Si la persona prospera en la comunidad o es solitaria es otro factor que favorece o no el desarrollo del síndrome del trabajador quemado. En comunidad se comparten los elogios, el consuelo, la felicidad y el humor. Sin embargo, el trabajador independiente es más propenso a sentirse solo, a los conflictos con los compañeros y a la creación de un mal ambiente laboral.
Tipo de trato. Es fundamental considerar que las probabilidades de padecer el síndrome de burnout aumentan si el trabajador siente que es tratado injustamente.
Coincidencia de valores
Siempre que los valores empresariales no coincidan con los personales, existirá un problema de coexistencia, abriendo paso a sentirse más “quemado” que si los valores coincidiesen.
Teniendo esto en cuenta, Adecco Argentina comparte 5 consejos para evitar el agotamiento en el ámbito laboral.
- Tomarse en serio la salud mental: en ocasiones como evaluaciones de desempeño, es común que una persona no sea honesta acerca de su estado mental. Para priorizarlo sin invadir se sugiere:
• Utilizar un sistema de clasificación emocional (por ejemplo, una escala del uno al diez), sea anónimo o no, para poder determinar el estado emocional del equipo evitando detalles.
• Hablar sobre salud mental al grupo permite evitar situaciones incómodas.
• Confidencialidad y privacidad. Siempre que no se infrinja ninguna ley, es bueno hablar sobre salud mental con quienes se sientan cómodos.
• Enseñar. Para los gerentes, la salud mental es igual de importante que el resto de sus funciones. Por eso, se debe enseñar cómo estar mentalmente sanos (cómo lidiar con problemas personales y laborales o con el estrés).
• Detectar problemas de salud mental capacitando a los gerentes para que sepan qué buscar en los empleados que puedan necesitar ayuda o estímulo. - Ofrecer recompensas contra el burnout que sean genuinas y sinceras. La única opción no es una recompensa monetaria, para reconocer el valor de las personas se pueden considerar otras opciones.
- Moderar el entusiasmo: Lo más probable es que puedan manejar el trabajo sin problemas y que el burnout sea causado por solicitudes o cambios de último minuto. Es clave comunicarse lo antes posible para que los empleados no tengan que cargar con una gran cantidad de estrés de último momento.
- Considerar obligaciones fuera del trabajo: cada vez es más común que se hable acerca de respetar la vida personal y el tiempo de los empleados. Pero ¿se respetan los otros trabajos que tienen que hacer que no son para la empresa? Es probable que algunos empleados tengan un segundo trabajo para llegar a fin de mes o por otro motivo. Cualquiera sea la razón hay que:
• Ser considerado. El otro trabajo no debe interferir, sin embargo, no hay que dejar de lado que hacer malabares para llegar a fin de mes crea una sensación de depresión, desesperanza y cansancio.
• Hablar con los empleados. Aclarar tanto lo que se espera de ellos como lo que no se les exige. - Metas disponibles para todos: cuando no es posible ser promovido en el sentido tradicional, avanzando a un puesto más alto, se pueden crear metas que contribuyen a tener una razón para trabajar. Desde Adecco Argentina se sugiere tener en cuenta los siguientes objetivos:
• Objetivos monetarios. Contemplar aumentos regulares y realistas.
• Metas de formación. Ofrecer capacitaciones u oportunidades de formación. No simplemente organizar actividades en la oficina, sino, por ejemplo, enviar a un empleado a una conferencia en otro lugar para tener la posibilidad de entusiasmarse con el trabajo nuevamente.
• Micro posiciones. Cuando no se pueden crear puestos gerenciales, es posible establecer micro posiciones con un leve aumento y algunas funciones y ventajas nuevas.