Se trata del medicamento tirzepatida que ya se indicaba en pacientes con diabetes tipo 2. Por qué su mecanismo de acción hace que tenga eficacia para bajar de peso y qué opinan los expertos
Más de 770 millones de adultos están afectados por la obesidad, y se prevé que esa cifra supere los mil millones para el año 2030, según la Federación Mundial de Obesidad. Para tratar el problema, la opción del desarrollo y uso de fármacos crece como tendencia, y ahora se sumó una nueva opción.
La autoridad regulatoria de medicamentos en los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el uso de tirzepatida inyectable para el control crónico del peso en adultos con obesidad. El mismo fármaco, que lleva el nombre comercial Mounjaro™, ya estaba autorizado para ser indicado en pacientes adultos con diabetes tipo 2.
También ayer la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) del Reino Unido autorizó el uso de tirzepatida para la pérdida y el control de peso en adultos mayores de 18 años. En otros países, como la Argentina, el medicamento aún no fue aprobado.
“La aprobación es una excelente noticia porque permite contar con nuevas herramientas”, dijo a Infobae el doctor Marcos Mayer, médico especialista en nutrición e investigador en Salud del Conicet y miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Nutrición.
“El medicamento tirzepatida ya se encontraba aprobado por la FDA para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Esta nueva aprobación amplía la indicación a pacientes con obesidad o sobrepeso asociado a la presencia de comorbilidades”, comentó el experto.
Ya existían otros medicamentos contra la obesidad. Con fármacos como el bupropión más naltrexona, la fentermina, la fentermina más topiramato y el orlistat, se puede perder entre el 5% y el 7% del peso corporal, en promedio, si se combinan con una alimentación sana y ejercicio físico, según informó la publicación Harvard Men’s Health Watch.
Recientemente, se sumó una clase de medicamentos utilizados para tratar la diabetes de tipo 2. Llamó la atención por sus resultados: en muchos casos, los pacientes pierden más del 10% del peso.
Se trata de los agonistas del receptor del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1). Ese tipo de fármacos, cuyos principios activos son liraglutida y semaglutida fueron aprobado por la FDA en formulaciones diseñadas específicamente para la pérdida de peso en personas sin diabetes. Se conocen por sus nombre comerciales como Victoza, Ozempic y Wegovy.
Ahora llegó la novedad de la aprobación del medicamento tirzepatida, que funciona de manera diferente. Mientras que los fármacos como la semaglutida se dirigen a los receptores de la hormona GLP-1, la tirzepatida tiene otro mecanismo de acción.
“Activa los receptores de las hormonas secretadas por el intestino (péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) y polipéptido insulinotrópico dependiente de la glucosa (GIP)) para reducir el apetito y la ingesta de alimentos”, aclaró la agencia estadounidense.
La tirzepatida se conoce como una análogo dual, ya que es tanto agonista de los receptores de GLP-1 como de GIP (otro integrante del sistema de las incretinas), señaló el doctor Mayer.
Para darle luz verde, la FDA se basó en los resultados de dos ensayos clínicos controlados, aleatorizados y a doble ciego. Los estudios evaluaron la reducción de peso después de 72 semanas en un total de 2.519 pacientes que recibieron dosis de 5, 10 ó 15 miligramos de tirzepatida (cuyo nombre comercial es Zepbound) una vez por semana y un total de 958 pacientes que recibieron inyecciones de placebo una vez por semana.
En ambos ensayos, tras 72 semanas de tratamiento, los pacientes que recibieron el medicamento en los tres niveles de dosis experimentaron una reducción estadísticamente significativa del peso corporal en comparación con los que recibieron placebo. Además, encontraron que las mayores proporciones de pacientes que recibieron tirzepatida lograron al menos un 5% de reducción de peso en comparación con el placebo.
El médico Silvio Schraier, vicedirector Carrera de Especialización en Nutrición de la Fundación Barceló, explicó a Infobae que como la tirzapatida es un análogo dual, tiene una potencia superior a los medicamentos liraglutida y semaglutida.
“Con la tirzapatida el paciente puede bajar hasta el 20% de su peso actual, mientras que con los otros medicamentos puede ser menor”, comparó el especialista, quien forma parte del comité científico del XXII Congreso Argentino de Nutrición, que se llevará a cabo desde el 15 al 18 de noviembre en Mar del Plata.
“Vale aclarar que si una persona ya está teniendo buenos resultados con la liraglutida o con semaglutida no necesitará cambiarse a la tirzapatida”, mencionó Schraier. Aún en desarrollo también hay otros fármacos que podrían tener una eficacia superior a los ya aprobados para obesidad.
Qué efectos adversos puede generar la tirzapatida
De acuerdo con la FDA, el fármaco tirzapatida puede causar efectos secundarios como náuseas, diarrea, vómitos, estreñimiento, molestias y dolor de estómago, reacciones en el lugar de la inyección, fatiga, reacciones alérgica (normalmente fiebre y erupción cutánea), caída del cabello y enfermedad por reflujo gastroesofágico, entre otros.
También reconoció que el fármaco provoca tumores de células C tiroideas en ratas. “Se desconoce si Zepbound causa este tipo de tumores, incluido el cáncer medular de tiroides, en seres humanos”, admitió la agencia regulatoria. Por eso, aconsejó que “no debe utilizarse en pacientes con antecedentes personales o familiares de cáncer medular de tiroides o en pacientes con síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2″.
En diálogo con Infobae, la doctora Lourdes Rodríguez Fragoso, profesora e investigadora de la Facultad de Farmacia de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, en México, destacó que la tirzepatida puede reducir aproximadamente el 20% del peso corporal. “Es un porcentaje bastante alto, comparado con los medicamentos que actualmente se utilizan. Por lo que podría ser una nueva opción para pacientes con sobrepeso y obesidad. Sin embargo, la desventaja es que se trata de un inyectable, que puede causar molestias para el paciente. Eso puede originar falta de apego al tratamiento”, afirmó.
Otra desventaja —según Rodríguez Fragoso— es que “al igual que otros medicamentos, puede producir trastornos gastrointestinales importantes (náusea, vómito, diarrea, constipación, dolor abdominal, reflujo gastroesofágico, entre otras cosas), que de acuerdo con el estudio fue motivo de suspensión de tratamiento”.
La obesidad es una condición que se adquiere a través de los años. “Por lo que su tratamiento también requiere un período largo de tratamiento. Habría que ver cuáles otros efectos a largo plazo del medicamento podrían aparecer”, sostuvo.
Cuáles son los factores que influyen en la obesidad
Hoy la obesidad es una enfermedad que está considerada como un problema de salud pública mundial. Desde la Organización Mundial de la Salud se considera que diversos factores han favorecido el aumento de los casos de obesidad, como los cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo y de la falta de políticas de apoyo en sectores como la salud; la agricultura; el transporte; la planificación urbana; el ambiente; el procesamiento, distribución y comercialización de alimentos, y la educación.
Desde la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (Fagran), la presidenta Ana Cáceres dijo a Infobae: “Frente a la problemática de la obesidad, y para poner freno a las enfermedades no transmisibles son necesarias políticas públicas que transformen los sistemas alimentarios, para hacerlos sostenibles y sensibles a la nutrición”.
Para Cáceres, “se debería apuntar a la reducción del consumo de comestibles ultraprocesados y la transformación de los entornos, principalmente los entornos escolares. De esa manera se evitará la oferta excesiva y omnipresente de productos ultraprocesados y bebidas gaseosas o jugos industrializados . También es fundamental la regulación la de publicidad, promoción y patrocinio de esos productos”.
Como otra manera de reducir las tasas de obesidad, “los alimentos sanos y naturales deberían ser accesibles a toda la población. Por eso, se debería estimular la producción y consumo de alimentos reales , a un precio accesible para los consumidores”, enfatizó Cáceres.
Por Valeria Román (Infobae)