La pérdida del pelo suele estar comúnmente asociada al paso del tiempo y se piensa que es mucho más frecuente en los hombres luego de los 40 años, pero existen muchos factores que favorecen la pérdida de pelo en la zona del cuero cabelludo que van desde el estrés hasta el uso excesivo de gorras y distintos tipos de dietas. Especialistas del Hospital de Clínicas hablan de las causas más comunes y de quiénes más consultan.

Afirma Ariel Sehtman (M.N. 82.978), médico dermatólogo de la División Dermatología del Hospital de Clínicas que “Es normal que el pelo se caiga y si bien la gente suele asustarse cuando lo empieza a detectar, la caída en sí no es considerada una enfermedad. En promedio, se caen entre 50 y 100 cabellos por día, número que puede aumentar si la persona se peina, pasa la toalla fuertemente después de la ducha o se ata y tracciona el pelo”.

“De todas maneras, el cabello se cae y las causas más comunes están relacionadas al estrés, la ansiedad, los nervios y, en casos muy puntuales, a la ingesta de medicación oncológica. La diabetes, los problemas de tiroides, la anemia y la falta de hierro, entre otras causas, también contribuyen a la caída del cabello”, señala Sehtman y agrega: “Así como existen factores genéticos y hormonales que determinan la caída del cabello, las dietas veganas y vegetarianas por su falta de proteínas y vitaminas también son causales. Siempre se aconseja en estos casos tomar suplementos vitamínicos indicados por médicos”.

“La caída del pelo en general es asintomática, el único signo de que el pelo empezó a caer es encontrarlo en distintas partes de la casa, la oficina o que se acumule en las duchas. En ocasiones, el cuero cabelludo puede picar. La más común en el mundo es la alopecia androgenética y es motivo de consulta en más personas y en cada vez más jóvenes, en los hombres a partir de los 20 años y en la mujeres entre los 45 y 50 cuando comienzan con la menopausia”, advierte el profesional.

Más allá de la edad en la que ocurren este tipo de consultas, el profesional indica que existe la “medicalización” de cuestiones normales de la vida como envejecer, tener arrugas o canas, adelgazar, engordar o que se caiga el pelo. “Son cosas naturales que la sociedad toma como una enfermedad, por eso existen tantas consultas y mercados para el pelo. No hay persona que no consulte por la caída del pelo alguna vez en su vida”, sostiene el especialista.

Respecto a los mitos sobre la caída del pelo, plantea: “Uno de los más famosos es sobre el uso de gorra o casco, que te deja pelado. Si bien no es así de lineal, existen casos de personas que tienen un cuero cabelludo con dermatitis seborreica, es decir, exceso de grasitud en la zona, lo que sí puede favorecer la caída del pelo. Esto modifica el ecosistema del cuero cabelludo, ya que genera picazón. Otro mito, más común entre las mujeres, es que no deben lavar su pelo con shampoo todos los días, ya que esto debilita el cabello, lo cual no es así porque el shampoo está hecho para ser utilizado todos los días. Por otro lado, no existen shampoos específicos que hagan crecer el pelo, lo que hacen estos productos es mejorar la cosmética capilar”.

Según el experto, depende de cómo sea el patrón de caída de cabello, se toma una estrategia de tratamiento distinta: “Suelen ser dos etapas, en la primera frenar la caída del pelo y la segunda, que ocurre de 6 a 8 meses después, es hacer crecer el pelo. A veces, aunque no se logre esto último, detener la caída es muy importante”.

Ahora bien, ¿Qué tenemos que hacer cuando notamos que el pelo cae? “No asustarnos, si bien no existe un análisis de sangre que te diga por qué se está cayendo el pelo, consultar con un profesional, revisar el historial médico y analizar el patrón de caída de pelo resultará crucial para poder evaluar un tratamiento”, recomienda Sehtman.

Por último, el especialista brinda una recomendación general: “Mientras más saludable y variado comas, mejor vas a tener el pelo, las uñas y tu salud. La falta de proteínas y hierro pueden ser disparadores para la caída del cabello. En todos los casos, la primera consulta debe hacerse con un dermatólogo”.