Se trata de una afección que afecta el intestino delgado, que aparece en personas con una predisposición genética. Los síntomas son muy diversos, por eso es clave un diagnóstico certero por parte de profesionales especializados. Se calcula que alrededor de 400.000 personas en nuestro país pueden tener esta enfermedad.


El Hospital Británico se suma a la campaña para concientizar sobre la Enfermedad celíaca, enfermedad que afecta aproximadamente al 1% de la población del país y para la cual el único tratamiento disponible hoy es seguir una dieta estricta sin gluten.

La enfermedad celíaca es una afección crónica que afecta el intestino delgado. Ocurre en personas que tienen una predisposición genética luego de la ingesta de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada, el centeno y otros cereales. Cuando una persona con enfermedad celíaca lo consume, su sistema inmunológico ataca y daña al organismo.

Se estima que afecta al 1% de la población del país, lo que significa que aproximadamente 400.000 personas en Argentina pueden tener esta enfermedad. Además, se calcula que solamente el 10% de las y los celíacos están diagnosticados.

“Los síntomas son variables, desde personas asintomáticas hasta diarrea, dolor abdominal, hinchazón, fatiga y pérdida de peso. También puede diagnosticarse por presencia de anemia, alteración del hepatograma, alteraciones dermatológicas o presencia de osteoporosis u osteopenia. Debido a la diversidad de síntomas, se considera a ésta como la ‘enfermedad de las mil caras’”, explica el Dr. Ignacio Zubiaurre, Jefe del Servicio Gastroenterología del Hospital Británico.

Aún no hay forma de prevenir la celiaquía, aunque actualmente se considera que los factores ambientales también podrían desempeñar un papel en su aparición. “Hay trabajos que sugieren que la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad celíaca en los niños con predisposición genética. Además, algunos estudios han demostrado que la introducción gradual de gluten en la dieta de los bebés en lugar de una exposición temprana y repentina podría reducir el riesgo de desarrollar esta afección”, señala Zubiaurre.

El tratamiento para la celiaquía es uno: consiste en una dieta estricta sin gluten, es decir evitar todos los alimentos que contienen trigo, cebada, centeno y avena. En algunos casos, los pacientes pueden necesitar suplementos vitamínicos o de minerales para corregir deficiencias nutricionales.

En caso de no cuidarse, las personas pueden sufrir en el corto plazo vómitos, diarrea, distensión abdominal, cefalea y malestar general. A largo plazo, hay daño intestinal y complicaciones graves, como osteoporosis, anemia, infertilidad y cáncer de intestino delgado.