CLUB ATLÉTICO CÁFFARO

eduardo-rivasPor Eduardo Rivas * – Finalmente se constituyó el Club de la Ciudad tal como se había previsto en enero de este año cuando los representantes de los clubes locales en los que se practica básquet acordaron ‘constituir, con representación de cada uno de los mencionados y en común acuerdo, el “Club de la Ciudad de Zárate” que representará a la ciudad de Zárate en las competencias deportivas federadas de básquet bajo el nombre de fantasía “Zárate Básquet”, en las órbitas provinciales o nacionales según lo dispongan las reglamentaciones de las competencias que asuma’. Hay quienes están felices con esta creación, por ejemplo el Licenciado Borrelli, quien tras renunciar a la Secretaría de Seguridad municipal pasó a ser Tesorero del nuevo Club, aunque sin embargo, no todos parecen estar contentos con haber llegado a buen puerto en el cumplimiento del convenio que se suscribió entonces.

Este descontento puede abordarse desde dos ámbitos, uno político institucional y otro moral deportivo.

Respecto al político institucional cabe interrogarse acerca de si es una prioridad para el Municipio el dedicar fondos para la creación del citado Club, y el afrontar los costos que esto trae aparejado. ¿Cómo explicarle a los vecinos a quienes la lluvia les impide salir de sus casas por las calles de tierra que en lugar de pavimentar calles el Municipio contratará un pívot para jugar el Torneo Federal? ¿Cómo entender que en lugar de tener mejor iluminación en los barrios se iluminará mejor una cancha de básquet para que pueda tener una buena transmisión televisiva? En definitiva, discutir si es el Municipio debe encargarse de gestionar un equipo de básquet de alta competencia y desviar fondos que podrían utilizarse para mejorar la calidad de vida de los zarateños en favor de mejorar la performance de un equipo de básquet en un torneo.

¿No sería más oportuno utilizar fondos municipales para el desarrollo del deporte amateur en los jóvenes del Distrito y hacer de nexo con posibles auspiciantes para el deporte de elite que financiar una participación de máximo nivel? ¿O apuesta por la teoría del derrame para que los más postergados se nutran de los excedentes de los mejores?

Y en relación con esto último se plantea la cuestión moral deportiva, y tiene que ver con que lo que hoy ocurre no puede sorprender a nadie, puesto que tal como lo anunciara el Municipio en su página web ‘Otro de los puntos del convenio afirma que la Municipalidad en consenso con la Asociación y los Clubes firmantes aceptan apoyar económicamente al Club Social, Deportivo y Mutual Independiente de Zárate en su participación del 35° Edición del Torneo Provincial de Clubes de Mayores que organiza la Federación de Básquet de la Provincia de Buenos Aires. Así mismo (sic) Independiente acepta que en caso de acceder al Torneo Federal cederá la plaza al futuro “Club de la Ciudad de Zárate”.

Entonces cabe preguntarse, ¿a qué se debe la sorpresa y el descontento? ¿Se creía que el Municipio incumpliría una vez más su palabra? ¿No se confiaba en las posibilidades de Independiente de alzarse con la plaza del Torneo Federal? Sin embargo el Municipio sí confiaba en el Rojo y su gente, y para ello decidió entregarle al Club un subsidio de 250.000 pesos dividido en pagos de 62.500 pesos, y esta es, a mi entender, el cuestionamiento moral más importante de lo que ocurre.

Como un agente de bolsa que apuesta al aumento del valor de las acciones que acaba de comprar, el Municipio hizo una inversión y pretendía obtener dividendos de su acción. No otorgó un subsidio para el desarrollo del deporte, como bien se reseña en el convenio suscripto, apostó al ascenso de Independiente, hizo un pleno… y el croupier cantó Rojo. Pues bien, ahora el Municipio quiere recuperar su inversión, y entonces cabe preguntarse si estos son los valores que queremos inculcar a nuestros jóvenes.

En lugar de apostar al trabajo y el esfuerzo, el Municipio expone como vía de progreso el comprar el trabajo realizado por otros. Como dijera el capitán del Rojo, ‘Tendrían que ganarse la plaza con sacrificio y como dice el reglamento”… no como dijera Jacobo Winograd, billetera mata galán.

Ahora bien, si esta es la política del Municipio en el área de deportes y su lógica de funcionamiento, ¿para cuándo el Club de fútbol de la Ciudad sobre la base de Defensores Unidos, el Club de remo de la Ciudad sobre la base de Náutico o el Club de bochas de la Ciudad sobre la base de Ochoa Cossini? ¿Y cómo se resolverán las cuestiones logísticas del nuevo Club? Todo está por verse.

Incluso está por verse la sustentabilidad del proyecto en cuestión, dado que el convenio tiene una duración prevista de tres años que, coincidentemente, finaliza cuando culmine el actual mandato del Intendente Municipal. ¿Es en realidad un proyecto de Básquet para Todos o un proyecto de Básquet para la foto de Cáffaro? ¿Es el Club de la Ciudad o el Club Atlético Cáffaro? Queda mucho por saber que aún no se sabe…

Lo que sí se sabe es que hay que esperar para conocer si este acuerdo dirigencial es acompañado por los estamentos más altos del básquet y si finalmente Independiente puede ceder la plaza en el Torneo Federal en favor del nuevo Club, mientras tanto sí se sabe que estamos mal tal como dijera Alejandro Filio, porque si el Intendente tiene razón y es socialista, cuestión que personalmente pongo en duda, ‘vivo sigue el mal mientras el bicho exista y corra el socialista tras del capital’.

NOTA FINAL: ¿Resulta tan complicado para los empleados municipales escribir de acuerdo a las reglas ortográficas de la Real Academia Española? ¿Tanto cuesta hacer las cosas bien? Para los casos utilizados, no se dice así mismo, sino asimismo, no es basket sino básquet, pero si el Intendente es quien incurre en estos horrores qué podemos esperar de sus dirigidos, sólo siguen el ejemplo de su dirigente… aunque sea malo.

* Licenciado en Ciencia Política.

[email protected] | @eduardorivas07