El hallazgo “podría dar el puntapié para que en el futuro se desarrollen terapias innovadoras y selectivas dirigidas a detener el crecimiento tumoral”, informó el organismo.
El grupo Biología Química de Mecanismos Regulatorios del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (Ibioba, Conicet-MPSP) logró manipular una proteína involucrada en el desarrollo del cáncer y el hallazgo fue publicado en la tapa de la revista Science Signaling, informó el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
El hallazgo desarrollado por investigadores del Conicet “podría dar el puntapié para que en el futuro se desarrollen terapias innovadoras y selectivas dirigidas a detener el crecimiento tumoral”, informó el Conicet sobre el trabajo publicado el miércoles en la revista del grupo Science.
Los investigadores observaron que de apagarse el AKT, “se puede inducir la muerte en las células cancerígenas, porque dejan de recibir la señal de crecimiento”
El grupo de investigación, liderado por el científico Ricardo M. Biondi, logró manipular la proteína PDK1, que activa varias enzimas que promueven el crecimiento y la supervivencia celular, por lo que “estos resultados pueden proveer formas de manipular selectivamente la actividad de PDK1 para tratamientos futuros contra el cáncer”, se informó.
Hace años, el grupo investiga la estructura de la PDK1 y a raíz de esto, comenzó a estudiar uno de los sustratos que PDK1 activa, el AKT.
En este sentido, los investigadores observaron que de apagarse el AKT, “se puede inducir la muerte en las células cancerígenas, porque dejan de recibir la señal de crecimiento”, indicó el comunicado, y advirtió que “el desafío” es “cómo hacer para apagar a AKT”.
“Es muy difícil hacer un fármaco que apague sólo a una de las proteínas, y si apagás a todas, se pueden desencadenar procesos tóxicos y los, a veces tan dañinos, efectos secundarios”, afirmó Mariana Sacerdoti, becaria doctoral del Conicet en el Ibioba y primera autora de un estudio.
El grupo utilizó un abordaje interdisciplinario que incluyó técnicas estructurales, bioinformáticas y de biología química, para descubrir cuál es la forma 3D que adopta PDK1 cuando no activa a AKT, pero sí a otros sustratos.
“Este mecanismo es crucial no sólo porque indica que se podría ‘apagar’ una proteína tan relevante en cáncer sin apagar otras, sino porque también encontraron una molécula con la que pudieron estabilizar esta conformación, logrando una inhibición de PDK1 sustrato selectiva”, indicó el Conicet.
En este sentido, Sacerdoti explicó que con este proceso no están “inhibiendo a la quinasa en su totalidad”, sino que pudieron “inhibir solo una partecita: la activación de este sustrato, mientras todas sus otras funciones tan importantes para la comunicación celular pudieron conservarse”.
“Es la primera vez que se describe esta manera de inhibición sustrato selectiva de PDK1 respecto de AKT”, subrayó.