COSAS QUE SE DICEN…

claudio valerio_2017Por Claudio Valerio – Cierto día mi loco interior le decía a otro loco: Si todo fuera tan fácil como tener una tijera que recortara aquellas cosas que quisiéramos aprender a desprender de nuestra vida…

Si todo fuera tan fácil como encontrar el borrador, que borrará mágicamente los errores que cometemos como cuando hacemos una tarea en el cuaderno.

Si todo fuera tan fácil que con tomar una medicina, se nos sanarán del alma todas nuestras heridas.

Si todo fuera tan fácil, como contar con un reloj, que marcará más lento el tiempo que pasamos con los que amamos y acelerara un poco los momentos que queremos que pasen rápido.

Si todo fuera tan fácil como tener un cuarto mágico donde entremos y podamos estar en un segundo al lado de los seres amados que tenemos lejos.

Si todo fuera tan fácil como contar con un puente que mantuviera siempre unidos a los que amamos, sin miedo de cruzarlo y llegar hasta ellos.

Si todo fuera tan fácil que pudiéramos estar con unidos con un hilo invisible e irrompible con aquellos que quisiéramos estar unidos por siempre.

Si todo fuera tan fácil, que encontráramos en nuestro jardín, un pozo inacabable del agua que calme nuestra sed de amor.

Si todo fuera tan fácil como tener un salvavidas que podamos usar cada vez que por nuestros problemas nos sentimos ahogar en un vaso de agua fría.

Si todo fuera tan fácil como tener unas sandalias, capaces de pisar cualquier terreno, sin que nos duelan los pies, ni nos de miedo.

Si todo fuera tan fácil como tener una escalera tan alta, en la que podamos subir y abrazar a los que amamos y están en el cielo.

Si todo fuera tan fácil, seguro nos perderíamos de vivir muchos momentos, nos olvidaríamos de Dios, repetiríamos los errores porque sabemos que se pueden borrar en el primer intento.

Por algo las cosas no son tan fáciles; por algo lo único que puede ayudarnos a hacer posible algo de todo eso, es saber aferrarnos a Dios, fortalecer nuestra Fe, tener en El mucha confianza y sentir la libertad de que orando y creyendo podemos hacer realidad todo lo que
queremos…

El otro loco suspiro y dijo: “Con razón nada de eso es fácil”.
Y yo pensé: “De donde saca mi loco interior tanta cosa?… Ojalá fuera tan fácil entender lo que me dice y hacerle caso en todo eso.