Es la empresa de Elon Musk. El sistema de satélites propios es ideal para dar buena conexión en el campo, donde históricamente fue mala. Colocarla cuesta $500.000. Y uno abono hogareño $62.500 por mes. Para empresas, se eleva a $217.359 mensuales.

El magnate sudafricano Elon Musk anunció en sus redes sociales que el servicio de internet satelital de su empresa Starlink ya está disponible en argentina. Se trata de un sistema desarrollado para zonas remotas que lo hace especialmente apto para el campo bonaerense, donde a veces la falta de una buena señal complica el accionar de maquinaria que cada vez más necesita de la red para operar al 100%.

“Starlink ahora en Argentina”, escribió Musk ayer en X –la red social también es de su propiedad- y replicó un mensaje institucional de la compañía que indica que se trata del séptimo país en Sudamérica y el 72 en el mundo en contar con el servicio. Lo que ofrece es internet de alta velocidad y menor latencia que el resto de los operadores que dan acceso a la red de modo inalámbrico.

La compañía indica en su sitio oficial (https://www.starlink.com/map?country=AR) que el servicio ya está disponible en todo el territorio nacional y que solicitando y pagando el kit llega al usuario en un plazo de dos a tres semanas. Se aclara que no requiere la firma de contratos, que se puede rescindir sin costos y que hay un período de prueba de 30 días en el que los clientes pueden evaluar cómo funciona.

El costo está, eso sí, por encima del resto de los operadores: para una conexión hogareña de alta velocidad es de $500.000 el kit para conectarse (la antena y el resto de los elementos), más $62.500 mensual. Hay que sumar $31 mil de gastos de envío. Para el caso de empresas, que tiene prestaciones más avanzadas, el costo mensual se eleva a $217.350 y el de envío, a $75.625.

https://twitter.com/Starlink/status/1773122399661105221

El tweet de Starlink que anuncia el comienzo de las operaciones en Argentina.

La ventaja de esta tecnología, basada en una constelación de miles de satélites propios en órbita baja, es resolver la conectividad especialmente en zonas rurales y alejadas donde la infraestructura terrestre es limitada o inexistente. Con velocidades comparables a la fibra óptica y una latencia mucho menor que los servicios satelitales tradicionales. Por eso, es una opción para el campo bonaerense, donde las conexiones muchas veces tienen mala calidad.

Según el último CABASE Internet Index, casi el 11% de los hogares argentinos cuenta con una velocidad inferior a 6 Mbps, una cifra que se acentúa en las áreas más alejadas de los centros urbanos.

Una aclaración que hizo la compañía es que gracias a la portabilidad de la antena, los suscriptores pueden llevar su conexión dónde quiera que vayan. (DIB)