Cada 29 de abril se celebra el Día del Animal, en memoria de Ignacio Albarracín, abogado argentino y pionero en la lucha por los derechos de los animales en nuestro país. Este año, además, la fecha coincide con el Día Mundial del Veterinario, decretado por la Asociación Mundial de Veterinaria (WVA) el último sábado de abril. Esto nos abre una gran oportunidad para reflexionar sobre la importancia de los animales y su bienestar, y el rol del veterinario dentro de una sociedad que busca el permanente equilibrio entre la salud humana, el medio ambiente y la salud animal.


La relación entre las personas y los animales posee carácter histórico, funcional en algunos casos y sentimental en la gran mayoría de ellos. A lo largo de los años los animales han ido adoptando distintos roles dentro de la sociedad. Por ejemplo, animales vinculados a la producción de alimentos, a cuestiones terapéuticas, de “trabajo” (como los perros de las fuerzas de seguridad o rescatistas). Incluso el reconocimiento de los animales como seres sintientes cambió y ya no es extraño escuchar hablar de Bienestar Animal vinculado tanto a animales de compañía como de producción de alimentos.

En cualquiera de los casos, acompañando y bregando por la salud de los animales están los médicos veterinarios. Es importante entender que el bienestar animal no sólo significa que el perro o el gato en cuestión viva de manera saludable, o que se controlen las buenas prácticas en los establecimientos ganaderos, sino que se traslada también en la prevención de enfermedades zoonóticas; es decir, se traduce directamente en salud pública, no sólo animal.

La figura del veterinario en la sociedad

La aparición del concepto de Una Salud refuerza el trabajo multidisciplinario llevado a cabo por los veterinarios, que comienzan a ser considerados como agentes de salud pública y cuya labor es cada día más importante para evitar la aparición de nuevas enfermedades potencialmente epidémicas.

En este contexto, cabe remarcar el reciente decreto promovido por la Ministra de Salud de la Nación, Dra. Carla Vizzotti, que reconoce a la profesión veterinaria como de interés sanitario y a los veterinarios como agentes de salud pública.
“Trabajamos en la prevención de zoonosis y tenemos un rol importantísimo en la cadena pecuaria junto a los productores y técnicos. Debemos ser conscientes que formamos parte de un equipo, que debe trabajar como tal para alcanzar los estándares necesarios”, afirman desde el Colegio de Veterinarios bonaerense.

El Día Mundial del Veterinario se celebra este año bajo el lema “Promoción de la diversidad, la equidad y la inclusión en la profesión veterinaria”. Desde la organización que promueve esta celebración apuntan a generar conciencia alrededor de estos tres conceptos, directamente relacionados con el bienestar de cada profesional veterinario, algo que mejora cuando se promueven y se aplican estas tres ideas.

Aunque la variedad de cada trabajo sumado a la carga física y mental de la profesión sea elevada desde el punto de vista de la exigencia cotidiana, la profesión veterinaria no deja de ser una actividad gratificante. En el último tiempo, sobre todo, han surgido nuevas responsabilidades que trajeron aparejadas un arduo y estresante trabajo para el veterinario a cargo, como lo fueron los incendios forestales en el Litoral argentino a principios del año pasado o los recientes brotes de enfermedades zoonóticas.

A modo de conclusión, debemos reflexionar alrededor de la celebración del Día del Animal en Argentina y la importancia del bienestar animal, ya no sólo de caninos y felinos, sino poniendo en agenda temas como tenencia responsable, maltrato animal, producción sustentable, cuidado del medio ambiente, buenas prácticas ganaderas; conceptos que, sin duda, demandan un compromiso aún mayor para todos los profesionales veterinarios que, con su contribución a la salud pública, día a día jerarquizan en mayor medida la profesión.

Desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires saludamos a todos los veterinarios en su día, y agradecemos el profesionalismo y el esfuerzo diario que, sin duda, son las actitudes que verdaderamente enaltecen nuestra actividad.