Por Eduardo Rivas – En un nuevo round de la pelea entre el Municipio y la Cooperativa 3 de Julio por la cuestión del transporte público en el Distrito, días atrás hubo idas y vueltas sobre lo que cada uno pensaba sobre la situación actual de la cuestión, lo que puso de relieve realidades, que aunque conocidas, nunca se habían asumido con tal crudeza.
Porque las vueltas de la vida hacen que quienes convivieron sin inconvenientes durante las primeras dos gestiones del Intendente Cáffaro, ahora son acérrimos contrincantes en lo que a la organización del transporte público local se refiere. La misma empresa que años atrás recibió recorridos por parte de la Dirección General de Tránsito y Transporte y que, según dijera públicamente la concejal Alleman ‘Desde el año 1992 ofrece el servicio de transporte sin ninguna reglamentación o normas que se puedan controlar de ninguna forma’. ¿Qué hizo el Municipio desde 2007 hasta hoy, ser cómplice de esa falta de reglamentación o normas? ¿Qué hizo la edil Alleman desde su asunción hasta hoy, ser cómplice de esa falta de reglamentación o normas?
Pero no basta con semejante sincericidio, porque en el afán de ser partícipes fueron varios quienes una vez más se inmolaron por su Jefe. Sostuvo el Presidente del Concejo Deliberante Ariel Ríos que ‘Esto no puede permanecer en una eterna irregularidad, por eso lo de la SAPEM para terminar con esto; no puede ser que una empresa, por más solidaria que sea, tome decisiones que las tiene que tomar el Estado Municipal en materia de transporte’. Y tiene razón, pero olvida decir que él fue cómplice directo de esta irregularidad, puesto que como Secretario de Gobierno tuvo a su cargo la Dirección General de Tránsito y Transporte, y lamentablemente también fue Intendente Interino, y no hizo nada… bueno, sí hizo, le garantizó a la Cooperativa 3 de Julio, según su propio decir, el estar en la irregularidad.
Incluso el Intendente municipal se sumó a la corriente del ‘hacerse cargo’… a medias. Afirmó el Intendente que ‘lo único que pretendemos es implementar un sistema de transporte para que la gente pueda moverse e ir de un lugar de la ciudad a otro mejor. El servicio es público y el Estado Municipal es el que tiene que garantizar la seguridad, limpieza, eficiencia, entre otras cosas’, y ya era hora que lo asumiera, puesto que en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante en 2012 había afirmado que ‘Estamos trabajando en una nueva propuesta de transporte, en conjunto con nuestros vecinos de Campana. No podemos seguir con el servicio como está. Es un deber como funcionario cambiarlo cuanto antes. Si tenemos nuevos accesos, nueva semaforización, nueva señalética, nuevos refugios, nuevos pavimentos, nueva Costanera, nuevos centros culturales y, en breve, un flamante programa implementado de estacionamiento medido… significa que la ciudad está cambiando. Pues tiene que cambiar el Transporte, incluyendo a todos los trabajadores actuales. Es una deuda que tengo con mis vecinos y la voy a saldar.’, LLEVA MÁS DE 5 AÑOS (es decir más de un mandato) intentando saldar deudas…
Está claro que el servicio actual de transporte de Zárate no es el adecuado para un Distrito como Zárate y está claro que las soluciones no son mágicas… pero no es menos claro que quienes hoy pretenden erigirse como los salvadores de la cuestión del transporte en Zárate son cómplices de haber permanecido en la irregularidad durante todos los períodos de gobierno.
Zárate necesita de un sistema de transporte de buena calidad, moderno, eficiente y eficaz.
¿Sabrán nuestros gobernantes estar a la altura de sus responsabilidades? El tiempo lo dirá, hasta ahora sólo complicidad con los servicios prestados. Y así estamos…
