LA INTENDENTE INTERENIA, EL SECRETARIO Y SUB SECRETARIO DE OBRAS, RECORREN LAS MISMAS.

La Secretaría de Obras Públicas informó que los equipos técnicos continúan con la instalación diaria de la tubería principal sobre la traza de Lintridis, una arteria clave para el desplazamiento barrial. El nuevo sistema hidráulico ya muestra una “muy buena operatividad” y, una vez finalizado, evitará la acumulación superficial que antes obligaba al agua de lluvia a circular por la calzada, degradando el pavimento y generando riesgos para peatones y vehículos.

Para mantener el ritmo de la obra, el Municipio pidió la colaboración de los vecinos: revisar las conexiones internas de agua potable, cloacas y riego, y asegurarse de que ningún efluente distinto al pluvial se incorpore al nuevo conducto. De ese modo se evitan filtraciones que puedan socavar el entubamiento y retrasar los plazos de ejecución.

La intervención sobre Lintridis forma parte de un plan integral de mejoramiento urbano que incluye repavimentación, señalización horizontal y forestación. Las autoridades adelantaron que, finalizada esta etapa hidráulica, se programarán trabajos de bacheo y nivelación para devolver condiciones óptimas de transitabilidad.

Un déficit que viene de lejos

• En 1997 un estudio de la entonces Dirección Provincial de Hidráulica detectó que el casco urbano de Zárate disponía de sólo el 22 % de la capacidad de conducción necesaria para lluvias intensas; Lintridis figuraba entre las seis calles con riesgo de anegamiento “muy alto”. • Las tormentas de 2014 y 2015, con registros de hasta 110 mm en 48 h, dejaron vehículos varados y viviendas con ingreso de agua en el sector, acelerando la demanda vecinal. • Recién en 2019 se incorporó la cuenca Lintridis al Plan Maestro de Desagües, pero la pandemia demoró la licitación hasta 2023. La ejecución actual cubre la primera de las dos etapas hidráulicas previstas.