Por Daniel A. Vogel – Buen día. Domingo fresco, acorde al inicio de las vacaciones de invierno. Así se presenta esta jornada dominical haciendo notar al fin, que este tiempo es suyo por la estación más fría del año y porque es de los chicos que ya iniciaron su receso invernal.
Y en este tiempo de vacaciones de invierno, toda la familia se involucra y hasta se altera felizmente, con el tiempo donde los chicos disfrutan del descanso de las tareas del aula.
Llega el momento de planificar los paseos, el tiempo de ver obras, exposiciones, ferias, de participar de talleres y en definitiva de salir y compartir junto a hermanos, amigos, padres y hasta abuelos, lo que se disfruta a mitad del año escolar, el descanso invernal.
Mientras tanto, por otro lado, ya transcurrió la primera semana de las campañas habilitadas, para las elecciones de las PASO 2023.
Ahí, con la “largada” llegó el tiempo de los “políticos cariñosos”. De los que besan chicos llenos de mocos y abuelos orinados. Aparecen las sonrisas, toman mate en ranchos de barrios que no les dan hace décadas condiciones mínimas de vida digna; se disponen “mágicamente” los oídos para escuchar ahora llegan los abrazos y aprovechando la tecnología, millones de selfis se sacan en campaña.
También, sacan a relucir las promesas incumplidas e incumplibles. Atenti electorado.
Desde hace tantos años cada vez nos incumplen más y siempre la culpa la tiene otro. Estas promesas que rápidamente ponen a flor de piel y a tono, para ser escuchadas por los que depositarán los votos en las urnas y son, lo que ya descubrimos tristemente, promesas (mentiras) de campaña.
Deben existir seguramente algunos políticos que no nos quieran vender espejitos de colores como Colón les trajo a los indios hace más de 500 años a América.
Pero, desde hace 40 años cuando recuperamos la democracia, la palabra de un político se va devaluando; entonces era empeñada y con honor trataba de ser cumplida, cuando se asumía con el voto de la gente, a un cargo público.
Hoy eso ya quedó muy atrás. Las “panquequeadas y borocoteadas” parecen ser actitudes del común denominador en el juego político de estos tiempos, sin que nadie se ponga colorado.
Algunos políticos hoy representan sectores con quienes dijeron nunca iban a coincidir. Cambian de posturas sin importar lo que pensaron antes, y nadie se avergüenza.
O van de la mano y nos muestran que, ya no importa ni el archivo ni lo que se dijo en su momento, solo vale el acuerdo con el fin de conseguir el poder y de juntarse para dar la sensación al elector, de acuerdos y unidad que luego se rompen y todos, terminamos pagando las consecuencias.
Hace frío porque la estación es invierno. Y es natural.
Lo que no es natural, es en política donde hace frío porque los políticos de hoy, ya no tienen ni palabra, ni corazón para el electorado, con cada vez más pobres, marginados e indigentes que nuestra sociedad va sumando con cada período y gobierno de cualquier color.
Frío… mucho frío, por todos lados.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…
