Las del domingo 13 de agosto serán las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en las que se presentarán mayores alternativas de frentes políticos, listas y frentes con más de una lista para una elección presidencial. También serán las PASO con mayor representación femenina, aunque todavía falta para alcanzar el 50%.

Sin embargo, cabe la posibilidad de profundizar la caída de la participación ciudadana en la elección, y el aumento de los votos en blanco. El profesor Marcelo Bermolén, director del Observatorio de la Calidad Institucional de la Universidad Austral, presenta un informe analizando los resultados históricos de las PASO junto con las candidaturas presentadas y las tendencias que podrían confirmarse, el que hoy EL DEBATE comparte con sus lectores.

Desde su puesta en marcha, el record de participación en PASO Presidenciales se dio con su estreno en 2011 con el 78,66% de concurrencia de los ciudadanos habilitados para votar. El dato surge del nuevo informe elaborado por el profesor Marcelo Bermolén, director del Observatorio de Calidad Institucional de la Universidad Austral.

Bermolén examinó la historia de las Primarias Abiertas, Simultaneas y Obligatorias -conocidas como PASO-, desde su creación y aplicación, con eje exclusivamente en las elecciones de carácter presidencial acontecidas en los ciclos 2011, 2015 y 2019, utilizando algunas de esas variables para compararlas con los datos ya existentes de las inminentes de 2023, a llevarse este próximo domingo 13 de agosto.
Repasando más datos, la PASO Presidencial de 2015 registró el porcentaje más bajo de asistencia con el 74,91%. Y las primarias presidenciales de 2019 operaron con un ligero repunte con el 76,40% de presencia de votantes.

Así, el promedio histórico de participación en una PASO Presidencial es de 76,65%.

“Si las similitudes que asoman entre las PASO 2015 y las PASO 2023 se concretasen, cabe esperar una elección altamente competitiva, con baja participación, un alto número de votos en blanco, y un alto porcentaje de listas que no alcanzaran el umbral del 1,5% de los votos válidos, desapareciendo incluso de la competencia general frentes enteros”, analiza Marcelo Bermolén.

or otro lado, el profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral explica que las historia de las PASO presidenciales (cuatro hasta ahora, incluyendo las que van a disputarse en 2023) marcan una paridad: “Dos de ellas fueron utilizadas para resolver las disputas internas dentro de varios frentes (PASO 2015 y PASO 2023). Mientras que otras dos solo funcionaron como una gran encuesta con fórmulas únicas, sin ningún tipo de debate interno y compitiendo solo entre agrupaciones (PASO 2011 y PASO 2019)”.

El informe detalla los datos en concretos: La del 2015 fue la primera y única elección primaria presidencial, de las tres desarrolladas, en la que hubo frentes con más de una precandidatura. En total fueron tres los frentes que presentaron más de una fórmula, y los tres quedaron habilitados para presentarse en las elecciones generales. (Cambiemos – Mauricio Macri; Unidos por una Nueva Alternativa – Sergio Massa; y Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Nicolás del Caño)”.

Las PASO del 2019 fueron las más polarizadas, ya que entre las dos fórmulas más votadas concentraron casi el 80% de los votos: Frente de Todos – Alberto Fernández (47,79%) + Juntos por el Cambio – Mauricio Macri (31,80%). Las PASO más competitivas fueron las del 2015, con apenas 2% de diferencia entre el Frente para la Victoria – Daniel Scioli (38,67%) y Cambiemos – Mauricio Macri y otros (36,74%)”.

¿Qué marcarán estas nuevas PASO?

Luego de su análisis histórico, Bermolén se centra en lo que sucederá este domingo 13 de agosto. “Será la primera vez que una fórmula oficialista -vinculada al peronismo- abre su competencia interna ofreciendo sus dos fórmulas a la decisión ciudadana”, indica.

Al mismo tiempo, el profesor expresa que la fórmula única del denominado frente liberal (La Libertad Avanza) asoma como la gran incógnita, “teniendo en cuanta la posibilidad de que concrete a su favor una gran porción del denominado voto pudor, cuyo germen comenzara a asomar en las PASO 2019 con el casi el 5% de los votos que sumarán el Frente NOS y Unite por la Libertad y la Dignidad”.
Y, por último, Bermolén sostiene: “Si las similitudes que asoman entre las PASO 2015 y las PASO 2023 se concretasen, cabe esperar una elección altamente competitiva, con baja participación, un alto número de votos en blanco, y un alto porcentaje de listas que no alcanzaran el umbral del 1,5% de los votos válidos, desapareciendo incluso de la competencia general frentes enteros”.

Una cuestión de género

En materia de representación femenina, el informe consigna que en las fórmulas de las PASO 2023 se volvió a alcanzar el 67% entre las precandidatas a presidenta y vicepresidenta (26% + 41%), igualando la performance del 2015 (20% + 47%).

Con el valor agregado de que las precandidaturas a presidenta resultan mayores, jerarquizando la figura de la mujer en cuanto a roles. “Dicho de otro modo, en paridad de porcentajes globales, hay más candidatas a presidentas en 2023 versus más candidatas a vicepresidentas en el 2015”, se registra.

Además, se destaca un dato: “Nunca las candidaturas a presidenta superaron a las de vicepresidenta. Apenas en 2011 las precandidaturas a ambos cargos llegaron a igualarse (30% en ambas)”.

Las PASO 2023 rompen con el decrecimiento de las candidaturas presidenciales femeninas operado desde 2011. Sin embargo, en la representación femenina de las fórmulas, ninguna de las dos categorías alcanzó el 50%.

Otros datos a considerar

• “En materia de frentes, en 2011 el 30% de los que presentaron lista de candidatos a presidente y vice no alcanzaron el piso mínimo del 1,5%, y quedaron fuera de la competencia electoral. En 2015 fue el 45,45% los que no pasaron a la elección general, y en 2019 el 40%”.
• El promedio de frentes que no superan una PASO Presidencial es del 38,48%.
• En materia de listas (sea que no alcanzaron el umbral del 1,5% o perdieron la interna dentro de su frente) el promedio de las que no superan la instancia es del 43,33% (30% en 2011, 60% en 2015 y 40% en 2019).
• En las tres PASO Presidenciales desarrolladas hasta el presente siempre la fórmula más votada fue peronista y también fue la que luego ganó las elecciones generales, aunque no necesariamente la que terminó gobernando: Cristina Fernández de Kirchner – Amado Boudou (50,24%), Daniel Scioli – Carlos Zannini (38,67%), y Alberto Fernández – Cristina Fernández de Kirchner (47,79%).
• En las tres elecciones anteriores el oficialismo siempre se presentó como única fórmula de su frente (Cristina Fernández de Kirchner – Amado Boudou, Daniel Scioli – Carlos Zannini, y Mauricio Macri – Miguel Ángel Pichetto).
• Es la primera vez, en 2023, que el oficialismo -en una PASO Presidencial- abre su frente a una competencia de listas internas (Sergio Massa – Agustín Rossi vs. Juan Grabois – Paula Abal Medina).
• Los oficialismos vienen en caída pronunciada, perdiendo caudal de votos a lo largo de las tres PASO Presidenciales ya pasadas. Así, del 50,24% conseguido por Cristina Fernández de Kirchner – Amado Boudou en 2011, se pasó al 38,67% de Daniel Scioli – Carlos Zannini en 2015, para completar el retroceso con el 31,80% de la fórmula Mauricio Macri – Miguel Ángel Pichetto durante 2019.

EL INFORME COMPLETO