La contaminación sonora en Buenos Aires provoca un daño invisible a la salud y al ambiente

Un estudio revela que la capital ocupa el cuarto lugar de las ciudades más ruidosas. La contaminación sonora genera hipertensión arterial, problemas cardíacos, estrés, agresividad y sordera.

No se le otorga a la contaminación sonora la misma gravedad que suele adjudicársele a aquella que afecta al agua o al aire. Está claro que se tolera mucho más el exceso de ruido que el de la basura o sustancias tóxicas. Incluso para muchos es ya un daño colateral que viene incorporado en el inventario de los efectos irritantes de la vida en la ciudad.


Utilizando datos de más de 200 mil personas en todo el mundo, esta encuesta descubrió que los que viven en ciudades ruidosas tienen más posibilidades de sufrir pérdidas de audición.
 
En Buenos Aires, también se realizó un estudio sobre el tema y no arrojó una gran noticia para sus habitantes: figura en cuarto lugar entre las ciudades más ruidosas del mundo precedida solamente por Tokio, Nagasaki y Nueva York.


La principal causa de contaminación sonora es el tránsito, especialmente el transporte público.

La mayoría de los expertos coinciden en que la protección frente al ruido intenso se hace urgente e indispensable. Por ese motivo, varias organizaciones luchan contra la contaminación sonora y exigen, al menos, la efectiva aplicación de la legislación vigente.

Fuente: Infobae