Digno de imitar el gran comportamiento que tuvo la parcialidad de Defensores durante la final y con la derrota consumada. Un ejemplo para el fútbol en general.
El dolor estaba a flor de piel. Tanto en las tribunas como en la cancha. Es que Defensores esperaba el festejo del ascenso y el retorno a la B Metropolitana. Pero esto es fútbol y en lo deportivo el destino no estuvo de su lado y quiso que San Miguel se llevase la celebración de subir de categoría. Sin embargo, eso no provocó ningún acto de violencia de los que lamentablemente estamos acostumbrados en el fútbol. Es que lo que debería ser habitual en el fútbol o en nuestras vidas cotidianas, termina siendo un hecho a remarcar y destacar. Y eso fue el excelente comportamiento que tuvo toda la parcialidad de Defensores Unidos, luego de la derrota, quién no sólo permitió que San Miguel festejase el ascenso, sino reconociendo con aplausos el esfuerzo que había hecho el elenco de Gustavo Puebla, no sólo en esta final, que no se dio, sino a lo largo de un campeonato, que le dio muchas satisfacciones a todos los hinchas. Además de esto, también lo ocurrido antes del juego, donde el plantel de CADU salió con un cartel diciendo “Fuerza Isaias Olariaga”, por el jugador lastimado de San Miguel en el partido de ida.
Realmente, CADU dejó en claro que esa frase de que lo mejor de CADU está en la gente, es una realidad clara de imitar por muchas otras instituciones. Esta vez no se dio, pero está claro que tanto esta dirigencia que trabajó a destajo va por el buen camino….