Por María Cristina Romano – Buena semana para todos y comparto en esta columna un tema del cual no había leído nunca y me pareció interesante poder compartirlo. Siempre hay alguien que comente o diga que no conocía del tema y/o que había escuchado o leído en alguna situación sobre un determinado tema. Es por eso que comparto este contenido que seguramente en algún momento de la vida sucedió y que “Si has pasado por situaciones exasperantes en donde preferirías no tener a nadie al lado, este artículo sobre –La ley del espejo, una regla mágica que da solución a cualquier problema de la vida-.
Es muy posible que alguna vez te haya molestado enormemente, la forma de actuar de una persona cuando hacía algo con lo que no estabas de acuerdo. Por ejemplo, la convivencia familiar a veces no suele ser sencilla y una de las causas que puede desencadenar ciertas situaciones de conflictos familiares. Un ejemplo de esto sería que si sos una persona perfeccionista y alguien que vive en la casa es desordenado, seguramente pasarás por momentos incómodos y hasta tendrás un sentimiento de rabia, al ver que la otra persona deja todo desordenado.
El reconocido experto en coaching y asesoramiento psicológico japonés, Yoshinori Noguchi, nos sumerge a partir de una historia sencilla y emotiva, en su libro titulado: La ley del espejo. Es un libro que nos trae historias emotivas y repletas de valores, que podemos y deberíamos aplicar a nuestra vida diaria. Es una historia de ficción que incita al desarrollo personal y cuenta la historia de Eiko, una madre que está preocupada porque su hijo sufre acoso escolar. Además, ella es tan sobreprotectora que lo agobia, por lo que la relación entre ambos es cada vez más fría y tensa. Eiko está tan desesperada que decide acudir a un amigo de su marido que entiende mucho sobre filosofía y psicología, llamado Yaguchi. A través de esta narración el personaje de Yaguchi por medio de sus consejos, hará que Eiko descubra que el problema realmente no está donde ella pensaba.
El planteamiento que se hace en esta historia de la Ley del espejo, está en relación con la Ley de la Correspondencia del Kybalión, que dice: “Como que es arriba es abajo y como es adentro es afuera”.
La ley del espejo nos dice qué: “El mundo exterior actúa como un espejo, reflejando tanto nuestra luz como nuestra sombra, siendo un retrato de nuestro mundo interior”.
Yoshinori Noguchi expone que esta ley se refiere, que lo que vemos en otras personas es un reflejo real de lo que tenemos dentro de nosotros mismos.
Lo que pretende explicar este afamado autor, es que, si vemos cosas negativas en alguien, lo que realmente observamos es un reflejo de lo que se alberga en nosotros. El objetivo de conocer la ley del espejo es ayudar a solucionar problemas, bien sean simples o graves; tanto de los grupos de personas allegadas, como pertenecientes a nuestro círculo social.
La ley del espejo es un buen ejercicio de introspección y crecimiento personal que puede ayudarnos a conocer y tener más empatía hacia nuestros amigos, compañeros y familiares. Esta ley pretende principalmente, que a través de observarnos a nosotros mismos y ver qué es lo que nos molesta, podamos obtener un nivel de autoconciencia más elevado, proporcionándonos una guía efectiva para la convivencia.
Podemos tomarnos unos minutos de lectura para conocer cuáles son los beneficios de la ley del espejo y de esta manera poder enfocarnos en vivir de una manera más positiva y adaptativa. Además de lograr tener una mejor calidad en las relaciones con otras personas, comenzando por la relación con nosotros mismos y sacando el máximo provecho a las situaciones adversas. Esto lo podremos conseguir gracias al autoconocimiento personal, encontrando el equilibrio y alcanzando más momentos de calma y serenidad.
Un ejercicio práctico es tener un anotador y bolígrafo donde ayudará para anotar y luego extraer información muy valiosa de lo que sucede en el interior y así poder utilizarla a nuestro favor. Para comenzar a hacer este ejercicio, piensa en algún momento que te hayas sentido mal por algo que te haya sucedido con otra persona, después de haber discutido. Luego imagina que te encuentras delante de un espejo y mientras te observas te haces la siguiente pregunta:
¿Qué refleja este espejo de mí?Si el lado opuesto del espejo te perturba y ves que tienes delante de ti una persona que es contraria a quien crees que eres, tendríamos una respuesta al ejemplo que pusimos al principio sobre el orden. Si eres una persona ordenada no soportas el desorden.
¿Cómo trabajarlo?Busca el equilibrio, siendo un poco más comprensible y no tan rígido a la hora de querer tener todo ordenado y bajo control.
Al ser más permisivo con tu persona, las acciones de los demás no te generarán tanta rabia. Ten en cuenta que eso no significa que tengas que convertirte en una persona desordenada, ni que tengas que ser permisivo o dejar que abusen de ti.
En el anotador escribe: ¿Realmente es necesario? ¿Qué es lo que me estoy exigiendo? ¿Podría permitirme ser un poco más flexible? ¿Si no acabo lo que debía hacer, será terrible? ¿En una escala del 1 al 10 cuán terrible es? Y, por último: anota las respuestas a estas preguntas y al terminar léelas en voz alta, seguramente encontrarás que puedes llegar a un punto medio para que tu vida sea más placentera.
Espero que haya interesado este tema y quien pueda o quiera lo aplique si lo necesita. Me despido, hasta la próxima semana. SOY CRISTINA. Chau.
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