Por Claudio Valerio – Sería mentir si dijéramos que nunca se nos ha pasado un pensamiento negativo por nuestra mente, pues éste es un sentimiento que todos experimentamos todo el tiempo, y aunque estamos acostumbrados a tratar de suprimirlo tan pronto lo sentimos para no mostrar nuestra debilidad, te sorprenderá saber que todos esos pensamientos negativos tienen grandes lecciones que enseñar-nos, pero que nuestro miedo y negatividad se rehúsa a aprender.
La próxima vez que tu mente quiera aprisionarte en la zona de la negatividad, apréciala y no la ignores.
Piensa que si te sientes perdido, la negatividad será tu brújula; porque estar enojado contigo mismo en tiempos de crisis causa que te sientas perdido en un mar de pensamientos negativos, sin que puedas recordar cómo fue que llegaste a este punto. Pero puedes empezar a tratar de usar todos estos pensamientos negativos como tu brújula. En primer lugar piensa por qué te sientes enfadado y trata de encontrar la fuente de tu frustración. Puedes usar estas preguntas como guía en tu proceso.
• ¿Cuándo empecé a sentirme molesto conmigo mismo?
• ¿He estado antes en esta situación?
• ¿Mi reacción en ese momento fue diferente a mi reacción actual?
Otra manera de usar los pensamientos negativos como brújula es haciendo un mapa con tus miedos o con los obstáculos que no te permiten sentirte bien. Trata de preguntarte a ti mismo.
• ¿Soy malo conmigo mismo por algo que no hice diferente?
• Si es así, ¿Podré evitar este tipo de obstáculos en el futuro?
• ¿Hay alguna otra manera de afrontar este problema?
• ¿Qué puedo hacer diferente la próxima vez?
Otra cosa a tener en cuenta es que caer en agujeros familiares no es menos doloroso. Imagina que estás caminando por la calle y de repente caes en un agujero. La primera vez que pasa, te sentirás molesto con la ciudad por la mala planeación, la segunda estarás más enfadado porque aún no han arreglado el problema a pesar del riesgo que éste tiene, pero la tercera vez estarás totalmente furioso contigo mismo por no recordar que ese agujero estaba ahí. ¿Por qué caíste tantas veces en el mismo agujero? probablemente porque no ibas prestando atención al camino, sino que estabas muy ocupado pensando en otro tipo de cosas, y eso es evadir tu propia responsabilidad.
La mejor manera de lidiar con este tipo de agujeros en tu vida es tratando de ponerles tus propias soluciones. Para de culpar a otros y asume tu responsabilidad por las cosas que puedes hacer diferente y hazlo.
No olvides que tu mejor amigo eres tú. La negatividad se convierte en tu propio juez y verdugo, la prueba es que siempre recordamos aquellos errores que cometimos en el pasado aunque los demás ya lo hayan olvidado. Además, tendemos a ignorar las lecciones más importantes que los pensamientos negativos nos dejan, precisamente que así como podemos ser nuestros peores jueces también podemos ser nuestro mejor amigo.
En lugar de correr en círculos, encontrándote culpable una y otra vez, trata de mirar el problema de forma imparcial, como si un amigo te estuviera contando su problema en busca de tu opinión. ¿Qué le dirías de consejo?, ¿Realmente es un problema que no puede ser superado?
Cuando tú miras al problema desde otra perspectiva, es más fácil encontrarle una solución.
Si piensas que estás ahogado en la negatividad, probablemente estás equivocado. Si piensas que todas las cosas malas sólo te pasan a ti, puede ser momento de que te recuerdes a ti mismo que lo peor que te puede pasar es lo que tú hagas contigo mismo. Todos los pensamientos negativos te dan dos opciones: Caer en ellos, o tomarlos como impulso para aprender y crecer. Lastimosamente, muchos de nosotros escogemos la primera opción.
No dejes que los pensamientos basura ocupen espacio en tu cabeza, ellos sólo quieren hacerte tocar fondo y hacerte sentir infeliz.
A nadie le gusta vivir en una casa llena de basura, así mismo pasa con tu cabeza. Toma los pensamientos negativos y conviértelos en positivos.
