Resulta necesario transformar el sistema alimentario para proteger el planeta

Estar en deuda con la naturaleza es peligroso, porque cuando las reservas de agua se agoten y no queden aire limpio ni tierra cultivable, no dispondremos de un segundo planeta que nos facilite estos recursos.

Uno de los aspectos que más presión ejerce sobre las limitaciones del planeta es nuestro sistema alimentario. Este representa la forma en la que la humanidad cultiva, produce, transporta y consume alimentos. La forma en la que estas actividades se llevan a cabo hoy favorecen el cambio climático y la deforestación, pero disminuyen las reservas de agua dulce y la biodiversidad.

Debemos transformar los sistemas alimentarios actuales para producir alimentos más nutritivos que provoquen un impacto medioambiental menor. Con este fin ya hay en marcha iniciativas repartidas por todo el mundo.

Medidas inteligentes

Reducir las emisiones animales: Después del sector energético y del transporte, el sistema alimentario constituye uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero. Es responsable de alrededor de una cuarta parte de las emisiones totales.

Recuperar alimentos olvidados: El 75% de los alimentos producidos en el mundo procede solo de doce tipos de cultivo y cinco especies animales. Se estima que unas 940 especies de plantas cultivadas están en peligro de extinción. Existen multitud de alimentos que son resistentes a los cambios del clima, cargados de nutrientes y que podrían producirse de forma sostenible, como la berenjena africana.

Controlar la deforestación desde el cielo: Se estima que la agricultura fue, entre 2000 y 2010, responsable del 80% de la deforestación mundial.


La naturaleza es implacable. Pero como reflejan estos proyectos, y otros tantos gestionados por científicos de todo el mundo, la humanidad no está perdida. Todavía quedan muchas opciones por explorar para conseguir un sistema alimentario más sostenible y saldar nuestra deuda con el planeta.


Fuente: Ecoportal