Por Daniel Armando Vogel – Hola, buen día, buen domingo. Este domingo nos encuentra ante el desafío de pensar juntos: entre las memorias profundas, celebraciones que nos interpelan y urgencias que no podemos ignorar.
Hoy, a 175 años del paso a la inmortalidad del General José de San Martín, su figura se alza como símbolo de libertad continental. No solo fue estratega militar, sino también constructor de valores: fundó bibliotecas, promovió la educación y defendió la ética pública. En tiempos de confusión y desencuentros, su legado nos recuerda que la patria se construye con principios, no con consignas vacías ni luchas estériles entre hermanos.
En ese legado resuena con fuerza su arenga inmortal: “¡Seamos libres, que lo demás no importa nada!”. Una frase que condensa el espíritu de su gesta y que, aún hoy, interpela a quienes educan, gobiernan y sueñan con un país más justo. Entre las máximas que escribió para su hija Merceditas, hay una que se vuelve urgente: “Inspirarle amor por la patria y por la libertad”. Porque educar en libertad es sembrar futuro. Y porque los niños de hoy, si crecen con valores, serán los ciudadanos que mañana dirigirán los destinos de la Nación, y con ellos defenderán la paz, la justicia y la dignidad.
También celebramos el Día del Niño en Argentina. Una fecha que, más allá de los regalos, nos invita a pensar en la niñez real: aquellas que crecen en contextos de vulnerabilidad, pero también en esperanza. En un país donde millones de chicos enfrentan carencias, el mejor obsequio es el compromiso con sus derechos. Que el juego, la ternura y la escucha sean parte de nuestra agenda cotidiana. En ese sentido, tanto en Plaza Italia como en el Cuartel de Bomberos Voluntarios, los niños tendrán su celebración y espacio de juegos, envueltos en el amor de la comunidad y sus familias.
Mientras tanto, el mundo observa con expectativa el encuentro entre Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska. Una cumbre que, aunque excluye a Ucrania, podría abrir una mínima puerta al diálogo. Las guerras no se detienen con fotos, pero los gestos diplomáticos pueden sembrar posibilidades —aunque sean mínimas. Europa presiona, Estados Unidos calcula, y el tablero global se mueve entre silencios y urgencias.
Y en medio de todo, Gaza. Más de 60.000 muertos se contarían desde octubre de 2023. Hambre, desplazamiento, desesperación. La ONU confirmó que al menos 1.760 palestinos fueron asesinados mientras buscaban comida en puntos de distribución humanitaria. Israel, por su parte, reclama la devolución de unos 50 secuestrados que permanecen cautivos desde el atentado perpetrado por Hamas el 7 de octubre de 2023.
La situación alimentaria alcanza niveles críticos: expertos internacionales advierten que Gaza está al borde de una hambruna sin precedentes. Naciones Unidas y más de 100 ONG denuncian bloqueos sistemáticos a la ayuda humanitaria, que afecta a niños, ancianos y enfermos.
Desde esta columna, desde esta ciudad que también sabe de luchas y memoria, sumamos nuestra voz al ruego por la paz. Que cesen las guerras. Que se escuche el clamor de los pueblos.
Porque como decía San Martín: “Serás lo que debas ser, o no serás nada.”
¡Viva la Patria! Y feliz Día del Niño…
Que terminen muy bien el domingo.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…











