UN OCEANARIO EN ZÁRATE

Por Eduardo Rivas – Mundo Marino es el oceanario más grande del país, pero cuando uno menos lo esperaba le apareció una competencia en Zárate.

La presentación en sociedad se hizo el pasado miércoles 2 de marzo en el recinto del Concejo Deliberante donde el Intendente Municipal Osvaldo Cáffaro realizó la apertura de sesiones ordinarias locales, que aunque su presidente Aldo Morino dijera que es de la ciudad de Zárate, no es así y creo que ya no aprenderán a distinguir Ciudad de Partido, es del Partido de Zárate.

El maestro de ceremonias fue desarrollando su show, y el foquerío, a uno y otro lado de la baranda que delimita a ediles y público, hizo su propio show.

Sin entrar en detalles que iremos abordando en los próximos días, una primera y rápida aproximación al discurso del Intendente preocupa.

Hubo groseros errores. Hubo confusión de conceptos. Hubo de todo, producto de un discurso conformado por partes provenientes d diferentes ámbitos, con incoherencias entre sí, sin un hilo conductor y con un importante problema en el momento de su transmisión oral.

Si hasta agradeció lo hecho por Ariel Ríos, sin explicar por supuesto el porqué de su licencia, quien no hizo absolutamente nada y demostró que no está a la altura de las circunstancias… y las focas aplaudieron.

Volvió a pronunciar anuncios ya efectuados. Anunció como nuevas obras y cuestiones ya presentadas como realizadas. Habló de un Distrito muy diferente al que viven los zarateños a diario. En fin puro relato.

Poco dijo de los problemas que cada día enfrentan los vecinos y cuando quiso abordarlos no asumió su responsabilidad.

Como si hubiese llegado a principios de mes al Ejecutivo local, no se hizo responsable de nada. Lleva más de 14 años de Intendente Municipal, habla de deudas históricas, pero no asume que es uno de los principales deudores.

Es muy evidente que no es el autor del discurso… y que ni siquiera lo leyó en privado antes de hacerlo públicamente puesto que tuvo serios problemas de dicción para enfatizar de acuerdo a los signos de puntuación.

Tras el show inicial del falso balance llegó el show estelar, el de los anuncios para el año en curso, y aún superó las expectativas.

Con hacer poco de lo mucho anunciado el Distrito daría un cambio radical, lo que no se entiende es por qué esperó tanto para ponerlo en marcha.

Pero sin embargo el mayor y mejor show lo dio el foquerío, vaya uno a saber a cambio de qué pescadito.

Porque la claque fue organizada, hubo invitados especiales, no hubo vecinos. Buscando garantizar un ambiente cómodo, los vecinos no pudieron escuchar al Intendente en el recinto. De esa manera Cáffaro hablaba entre propios, porque los invitados fueron cuidadosamente seleccionados.

Y cada vez que el Intendente hacía una pausa o elevaba el tono de voz, el foquerío hacía lo suyo. Todo como parte de una puesta en escena cuidada.

Aplausos, aplausos y más aplausos… como las foquitas de Mundo Marino, porque después llega el pescadito.

14 años de gobierno y un discurso totalmente disociado con la realidad, pero festejado.

Habla de falta de planificación… e hizo campaña cada vez que fue candidato sobre la base los Planes Ciudad, su planificación sobre cómo hacer lo que Zárate necesita.

Los zarateños no necesitamos de discursos festejados por focas aplaudidoras, los zarateños necesitamos que se hagan cargo de las cosas que no se hicieron y que hagan lo que se debe hacer.

Si hasta aplaudieron el fin del discurso de Cáffaro que terminó sin hacer lo que debía hacer, inaugurar el período ordinario de sesiones, que lo tuvo que agregar Aldo Morino salvando el olvido del intendente.

Zárate no necesita un oceanario, Zárate necesita que las focas dejen de aplaudir.

14 años y sigue el relato, con el agregado del foquerío para que el Intendente se sienta reconfortado.

La historia sigue en próximas notas.