Con el objetivo de concientizar sobre los problemas de fertilidad, que se presentan cada vez con más frecuencia en la población, y ayudar a detectar el momento adecuado para consultar a un especialista, cada 4 de junio se conmemora el Día de la Fertilidad. Aproximadamente 186 millones de personas tienen infertilidad en el mundo. De acuerdo a un informe publicado por la OMS, alrededor del 17,5% de los adultos descubrirán su infertilidad este año.


La infertilidad se define como la incapacidad de quedar embarazada después de doce meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este es un problema de salud global que afecta a millones de personas en edad reproductiva.

Según pudo saber EL DEBATE y tema que advirtió Natalia Gonçalves, Gerente de Genética Reproductiva de Dasa Genómica “Si bien en los últimos 20 años se han realizado más de 80.000 estudios sobre esta temática, los números de infertilidad continúan en aumento”, ya que “Las causas de esta problemática son diversas, involucrando factores genéticos, ambientales, hormonales, uterinos e inmunológicos, entre muchos otros”.

Por otra parte, después de los 35 años, la fertilidad femenina disminuye de manera considerable debido al envejecimiento de los óvulos, siendo hasta un 50% menos que a los 20 años. Una opción para prevenir esta reducción de la fertilidad es recurrir a la criopreservación de los óvulos, siendo de gran utilidad los estudios genéticos para determinar su viabilidad.

Gonçalves explicó que la mayoría de los casos de infertilidad femenina pueden ser causados por problemas en el ciclo menstrual, afectaciones en el sistema reproductivo, infecciones de transmisión sexual, endometriosis, síndrome de ovarios poliquísticos, entre otras afecciones. Por eso es importante consultar con un especialista de fertilidad que podrá, a través de estudios genómicos y bioquímicos, determinar el origen del problema y tratarlo efectivamente.

“Existen varias alternativas de tratamientos que pueden favorecer cualquier diagnóstico precoz y a su vez, encontrar soluciones especializadas para cada paciente. Los estudios genéticos ayudan a buscar el origen del problema con más rapidez y poder brindarle a la pareja gestante un tratamiento personalizado y eficaz”, añadió la especialista.

Se recomienda que, si hay una planificación de un embarazo, se consulte a un especialista para tener una evaluación clínica y se realicen  los estudios necesarios que contribuyan en el momento para la toma de una decisión asertiva.

A diferencia de los hombres, las mujeres ya nacen con la cantidad de óvulos que tendrán a lo largo de la vida predeterminada, nuestros óvulos se producen todavía en la vida fetal y están en un estado de bloqueo al comienzo de la profase 1 (una de las fases de gametogénesis) y solo regresa al proceso cuando la mujer entra en la pubertad,  luego sufre un segundo bloqueo que solo se termina cuando la mujer comienza la ovulación, la meiosis completa solo ocurre cuando el ovocito se encuentra con un espermatozoide en el momento de la fertilización.

Imagínese que el ovocito que se produjo en la vida fetal de una niña, solo termina su proceso de división cuando es fertilizado, esto significa años de espera, décadas. Durante este proceso de envejecimiento el ovocito pierde proteínas y componentes celulares fundamentales para el seguimiento del proceso de división y cuando finalmente sucede, ocurren errores también, generando las famosas aneuploidías (cuando tenemos recuentos cromosómicos incorrectos). Por lo tanto, la edad materna siempre será un factor determinante para la capacidad de gestar espontáneamente, este envejecimiento de los óvulos es particularmente notable a partir de los 35 años.

Hoy en día, uno de los factores relacionados con la infertilidad está relacionado con temas socioculturales, la mujer quiere priorizar los logros personales y profesionales antes de decidir ser madre, porque sabe que será una decisión que implica muchos cambios y por eso pospone, el gran tema es el aplazamiento de manera planificada. El escenario ideal es que la mujer que no tiene planes de quedar embarazada antes de los 35 años congele sus óvulos, por lo que congelará la edad de su material genético y reducirá las posibilidades de fracaso cuando decida quedarse embarazada.

Por lo tanto, necesitamos hablar de planificación familiar y congelación de óvulos, la mujer necesita y debe tener la libertad de elegir el momento en que quiere ser madre, independientemente de su reloj biológico, pero para tener este derecho necesita planificar. La planificación es libertad. Vale la pena recordar que los óvulos congelados no son una garantía de embarazo porque hay muchos pasos que superar hasta que el bebé esté en casa, pero el proceso sin duda será menos doloroso y más asertivo.

“En el Día Mundial de la Fertilidad, nuestro mensaje es para quienes quieren tener libertad de elección. Es importante consultar al médico y tener la opción de congelar los óvulos para que cada mujer sea dueña de su decisión y no sus gametos”, expresó Gonçalves.