¿Los hábitos se consideran aliados o enemigos?

La incorporación de hábitos positivos es uno de los pilares del bienestar. Para sumarlos a la rutina, el primer paso es reconocer qué necesitamos cambiar. ¿Cómo adquirir recursos para ahorrar tiempo, sentirnos con más energía y mejorar nuestro nivel de bienestar?

“Los hábitos son pensamientos y conductas que se repiten con regularidad. Definen parcialmente cómo nos ven los otros y cómo vemos nosotros a los demás; y pueden tener una enorme influencia en nuestras vidas. Qué desayunamos a la mañana, si hacemos ejercicio o nos juntamos con nuestros amigos los fines de semana determinan gran parte de nuestro desarrollo personal y nuestro bienestar”, dice el psiquiatra Pablo Hirsch, autor del libro “Inteligencia para el bienestar: vivir mejor tiene su ciencia”, publicado el año pasado por Editorial Sudamericana.

En él, el especialista en terapia cognitiva y gerente general del Centro Privado de Psicoterapias, presenta el concepto de inteligencia para el bienestar, que es, según su definición, “la capacidad de una persona para mejorar su experiencia de vida presente y futura al gestionar mejor su mundo interno, interpretar adecuadamente las circunstancias del entorno e intervenir directamente en él”.  En ese sentido, la incorporación de hábitos positivos o la eliminación de negativos es clave.


“Si una persona no desarrolla hábitos positivos, su vida se vuelve más caótica y errática. Eso tiene varios inconvenientes: uno de ellos es que debe gastar tiempo y energía en pensar qué hacer, cómo o cuándo hacerlo. Además de sufrir un costo emocional, le puede resultar más difícil ejercer el autocontrol o tomar decisiones. Por el contrario, si adquiere hábitos como alimentarse mejor, preparar sus clases con anticipación o hacer ejercicio, tiene más recursos para ahorrar tiempo, sentirse con más energía y mejorar su nivel de bienestar”, enumera.


El bienestar se sostiene sobre el autoconocimiento de nuestros aspectos positivos, la regulación y el desarrollo emocional, las habilidades interpersonales, la toma de decisiones y el cambio de hábitos.

Fuente: Revista Sophia