SÓLO POR UN GOL, CARLITOS

foto_radio1Por Daniel A. Vogel – Si esta columna la escribiría Carlos Gardel, tal vez empezaría así: “·Por una cabeza de un noble potrillo que justo en la raya afloja al llegar y que al regresar parece decir: No olvides, hermano, vos sabes, no hay que jugar…” Pero. la escribe otro que solo le cambiaría: “CADU, vos sabés, jugar…”

Porque se debe jugar todo. La caballerosidad, el honor, la conducta, la solidaridad, el reconocimiento, la hombría de bien. Y, lo deportivo al final, es solo estadística. Podes ganar de punta a punta, y no importante la conducta, la fe, la solidaridad para con un adversario accidentado, etc.

Y entonces ¿de qué valen los goles, los campeonatos, los ascensos, los trofeos, si no tenés la grandeza de entrar al vestuario adversario a felicitarlos, después de haberlos visto festejar en libertad y paz, lo que vos mismo hasta un rato antes, soñabas festejar en tu propia cancha?

Puebla, sus dirigidos, los directivos y la gran hinchada zarateña, ASCENDIERON A LA “A” en el ejemplo que fuimos capaces de dar, aunque el dolor nos invadía…

Así en esto es lindo “ser campeón”. Y la gente, no duda en decir que fue una excelente campaña. Porque que no se escapó por una cabeza, sino nada más que por un golcito que no quiso entrar, Carlitos.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…