Se ha convertido en un gesto casi automático, mirar el móvil antes de dormir. Un gesto contraproducente para nuestra salud y que puede llevar a provocar lo que se conoce como insomnio tecnológico.
Por este motivo, muchos investigadores llevan años estudiando cuáles son los efectos que tiene. En este punto se ha centrado una investigación realizada por Nicola Hughes y Jolanta Burke, investigadoras de la Escuela de Psicología de la University of East London, que concluyen que esta práctica acaba provocando adicciones y problemas de bienestar.
Para el estudio se llevó a cabo un experimento con voluntarios a los que se les pidió no utilizar el teléfono en el dormitorio durante una semana. A través de lo que llamaron ‘Escala de Felicidad Subjetiva, la Escala de Calidad de Vida, la Escala de Adicción a los Teléfonos Inteligentes y la Encuesta de Intensidad y Afecciones de Tiempo’, determinaron los resultados antes y después del experimento.
Prácticamente todos los voluntarios afirmaron sentirse más felices. Pero no sólo se extrajeron esas conclusiones; las investigadoras también determinaron que esta práctica favorecía evitar la adicción al smartphone e incidía en una mejor calidad del sueño.
Otras conclusiones fueron que mejoraban las relaciones personales y la concentración, como consecuencia de una menor adicción.
(Fuente: https://www.20minutos.es)